El increíble número de urbanizaciones en Catalunya que están en alto riesgo de incendio forestal

Recientemente, los Bomberos, Mossos d’Esquadra y Agentes Rurales de la Catalunya Central han llevado a cabo el primer inventario oficial que analiza el estado y el riesgo de incendio en 80 urbanizaciones repartidas por las comarcas del Bages, Berguedà, Moianès, Lluçanès y Osona. Este proyecto pionero busca preparar mejor a los servicios de emergencia para actuar con rapidez y eficacia en caso de fuego.

Clasificación del riesgo: urbanizaciones más y menos vulnerables

Este estudio ha permitido identificar el nivel de peligro que representa cada urbanización en función de su estructura y entorno natural. Por ejemplo, la urbanización El Serrat, en Castellnou de Bages, se considera de riesgo bajo porque está construida de forma compacta, con pocas zonas forestales entre casas, lo que dificulta la propagación del fuego.

Por otro lado, la mayoría de urbanizaciones son diseminadas y aisladas, lo que aumenta su vulnerabilidad ante incendios. Estas áreas son mucho más difíciles de proteger y gestionar en emergencias por la dispersión de las viviendas.

Aunque cambiar la configuración física de estas urbanizaciones es complicado, los propietarios sí pueden actuar para reducir el riesgo: limpiar las parcelas y evitar la vegetación cercana a las casas es una medida básica pero fundamental.

Fronteras naturales: la importancia de las franjas de protección

Uno de los puntos clave para evitar que el fuego avance entre el bosque y las casas son las llamadas franjas de protección, zonas despejadas de al menos 25 metros de ancho donde se eliminan árboles y vegetación que podrían facilitar la propagación del incendio.

Sin embargo, el inventario revela que un 20% de estas urbanizaciones carece totalmente de estas franjas. Otro 50% cuenta con franjas, pero sin un mantenimiento adecuado, lo que permite que la vegetación vuelva a crecer y reduzca su efectividad. Solo un 30% mantiene las franjas en condiciones óptimas.

Autoprotección: claves para la seguridad en caso de incendio

Ante la imposibilidad de que haya presencia constante de bomberos en todas las viviendas —muchas urbanizaciones tienen cientos de casas rodeadas de bosque—, la autoprotección ciudadana es crucial.

La estrategia inicial consiste en que Protección Civil active alertas en los móviles, informando a la población sobre la emergencia y las medidas a seguir. Según Agnès Centelles, responsable de Protección Civil en la Catalunya Central, la acción más probable será un confinamiento para proteger a los residentes.

Esto implica preparar el hogar: recoger toldos, alejar materiales inflamables, retirar el coche de la calle, cerrar puertas y ventanas, y proteger las rendijas con toallas húmedas. Además, las personas deben agruparse en un mismo espacio dentro de la vivienda y evitar salir.

Si la situación empeora y es necesaria una evacuación, los Mossos d’Esquadra se encargarán de organizarla de manera ordenada. Trini Bardolet, de la Unidad Regional de Medio Ambiente, destaca que aunque las autoridades avisarán con tiempo, en ocasiones hay resistencia a evacuar, especialmente si el fuego no se ve cerca, lo que puede provocar evacuaciones descontroladas y poner en riesgo a los ciudadanos.

Un reto creciente para Catalunya

En toda Catalunya existen más de 2.000 urbanizaciones, muchas de ellas ubicadas en zonas de difícil acceso y con alta densidad de viviendas, lo que convierte la gestión del riesgo de incendio en un verdadero desafío para los servicios de emergencia.

Este primer inventario marca un paso decisivo hacia una mejor planificación, prevención y respuesta ante el fuego, poniendo el foco en la colaboración entre administración, profesionales y vecinos para proteger a la población y su entorno natural.