¿El proyecto Agroparc de Ametller Origen amenaza el entorno natural de Gelida del águila cuabarrada?

Una plataforma ciudadana alerta del impacto ambiental irreversible de este proyecto que podría poner en peligro especies protegidas como el águila perdicera

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Aguila
La plataforma StopAgroparc asegura que se pone en peligro la existencia del águila cuabarrada Foto: Europa Press

 

La plataforma ciudadana StopAgroparc ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ( TSJC) para frenar la implantación del proyecto Agroparc d’Ametller Origen en el municipio de Gelida. Porque según denuncian, esta iniciativa presuntamente vulnera la normativa urbanística y ambiental vigente, además de poner en riesgo la biodiversidad del entorno.

La plataforma denuncia que no se ha escuchado a las asociaciones 

Noemí Vilaseca, integrante de la plataforma Naturalistes de Lleida, ha lamentado este martes en la rueda de prensa celebrada en el Col·legi de Periodistes haya sido un proyecto calificado por la Generalitat como uno de los más importantes para el Penedès, pese a que según ellos no haya contado con la participación ni la escucha activa de las entidades del territorio. “Es una lástima que no se hayan tenido en cuenta las voces de las asociaciones”, afirma, haciendo hincapié en las consecuencias reales que se viven sobre el terreno.

La denuncia ha sido impulsada en conjunto con entidades como Bosc Verd y la Unió de Pagesos, que han acompañado el proceso legal desde el inicio, exponiendo todas las trabas encontradas hasta lograr que la demanda fuera admitida a trámite en marzo de 2024.

 

Obstáculos para acceder a la documentación

El camino hasta los tribunales no ha sido sencillo. Según denuncia la abogada Elena Moreno, el colectivo ha sufrido “serias dificultades” para acceder a la totalidad del expediente administrativo. En al menos nueve ocasiones se encontraron con restricciones u obstáculos para consultar la documentación completa del proyecto, una situación que califican de deliberada. “Hemos perdido un tiempo valiosísimo”, añade Vilaseca, tiempo que consideran que la otra parte ha aprovechado para avanzar discretamente con fases del Agroparc.

Cada solicitud de información ha tenido un plazo de respuesta de 20 días hábiles, lo que ha ralentizado notablemente la capacidad de reacción legal de las entidades.

 

El águila cuabarrada eje de la denuncia

La demanda se basa en cinco puntos principales de afectación, siendo el más destacado la amenaza del águila cuabarrada, especie en peligro de extinción. Elena Moreno insiste en que “no se ha demostrado que se pueda crear un hábitat alternativo fuera de la zona”, y recuerda que una de las medidas compensatorias —la adaptación del ave a un nuevo espacio— fue finalmente rechazada a última hora mediante un escrito que fue inscrito y aprobado sin debate público.

La plataforma considera este movimiento una desviación de poder con motivaciones ajenas al interés general, en una maniobra que atribuyen entre otras administraciones al Ayuntamiento de Gelida.

 

Fragmentación del territorio y colapso ecológico

Además de afectar directamente al hábitat de la pareja de águilas, Moreno advierte que el Agroparc “fragmenta tres conectores ecológicos” que hasta ahora habían sido respetados por la administración. Esta ruptura de los corredores naturales pone en riesgo no solo a las águilas, sino también a todo el ecosistema vinculado al Parc Natural del Garraf y otras zonas protegidas.

Jordi Asensi, de Bosc Verd, pone en contexto la gravedad de la situación: “Se han parado cinco parques eólicos en el Alt Penedès por la presencia de esta especie de águila”, destaca. Sin embargo, el Agroparc sigue su curso, pese a las advertencias técnicas y científicas.

 

Excavaciones masivas y crisis hídrica

La denuncia también cuestiona la excavación prevista de más de 724.000 m³ de tierra, equivalente a 290 piscinas olímpicas, sin demostrar la viabilidad de las compensaciones ambientales. Asimismo, el consumo de agua previsto en el proyecto cuadruplica la dotación del planeamiento urbanístico de 2015, pasando de 35.256 m³/año a más de 150.000 m³/año, lo que supondría un aumento del 22,5% en el consumo diario por habitante en Gelida. Esto ha generado alarma entre las entidades, que denuncian que el proyecto no garantiza sostenibilidad hídrica ni compatibilidad con el uso agrícola del entorno.

 

Urbanismo a medida y paisaje amenazado

Además desde StopAgroparc denuncian una presunta reclasificación ilegal del suelo, con transformación de espacios de especial protección en zonas industriales y terciarias. El 46% del terreno superaría el límite de ocupación permitido, incluyendo construcciones de hasta 9 metros de altura. El proyecto también genera un impacto paisajístico irreversible, rompiendo la conectividad ecológica de la zona y afectando visualmente al entorno natural y rural del Penedès.

El objetivo de la plataforma es claro: obtener una medida cautelar para frenar el inicio de las obras. “Es lo único que falta para que el Agroparc se haga realidad”, advierten. Consideran que están aún a tiempo de proteger el territorio si se actúa con urgencia desde los tribunales.

 

Catalunyapress se ha puesto en contacto con las administraciones públicas implicadas y se mantiene a la espera de una respuesta a las cuestiones planteadas.

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