Espionaje impune en Palafrugell: un mes con un GPS en el coche de un funcionario y ninguna respuesta municipal
El sindicato CSIF denuncia la pasividad del consistorio, que niega apoyo psicológico al trabajador mientras los Mossos investigan quién colocó el dispositivo de seguimiento
Casi un mes después de que el inspector del Ayuntamiento de Palafrugell denunciara el hallazgo de un dispositivo GPS instalado en su vehículo particular, así como un seguimiento durante su jornada laboral, el consistorio mantiene silencio absoluto y ninguna actuación, una actitud que el sindicato CSIF califica de “muy sospechosa”.
La organización sindical asegura que existen serias sospechas de que alguien habría contratado a un detective privado para vigilar al trabajador afectado. En este sentido, CSIF pedirá información al Ayuntamiento para esclarecer si se han financiado contrataciones de este tipo. “Si el Ayuntamiento no tiene nada que ocultar, que lo demuestre abriendo los libros de cuentas”, remarcan.
El inspector comunicó los hechos el 5 de agosto a la alcaldesa y al secretario municipal, y días después solicitó la activación de los protocolos de prevención de riesgos laborales y psicosociales. Sin embargo, el 26 de agosto recibió una resolución de Alcaldía que denegaba dicha ayuda. Desde entonces, según CSIF, la respuesta institucional ha sido el silencio, a pesar de que los hechos ya están bajo investigación de los Mossos d’Esquadra.
El sindicato denuncia que el funcionario sufre ansiedad, alteraciones del sueño y miedo constante, lo que lo convierte en un trabajador vulnerable y sin protección. Además, subraya que existen antecedentes preocupantes: el 4 de julio recibió un correo interno exigiéndole informar por email cada vez que salía a realizar inspecciones, una medida inédita en sus 17 años de servicio. Solo un mes después se halló el dispositivo GPS, una coincidencia que los investigadores consideran “altamente significativa”.
CSIF exige la activación inmediata de los protocolos de protección, una evaluación urgente de riesgos psicológicos en toda la plantilla, así como transparencia en los posibles gastos vinculados a servicios de investigación privada. “La pasividad municipal ante el espionaje a su propio inspector es tan grave como los hechos denunciados. El Ayuntamiento tiene la obligación de velar por la salud de sus trabajadores, pero en Palafrugell eso nunca ocurre; al contrario, quien denuncia sufre las consecuencias”, advierte el sindicato.
La investigación policial sigue abierta para esclarecer quién contrató los servicios de seguimiento, las razones detrás de la colocación del GPS y las responsabilidades que se deriven.
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