Calella fija límites al alquiler vacacional: máximo de 10 pisos turísticos por cada 100 vecinos

La Generalitat da luz verde a la modificación urbanística que regula las viviendas de uso turístico en Calella. La nueva norma busca equilibrar el mercado residencial con el impacto del turismo en la ciudad.

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Archivo - Un turista con maleta (archivo)
Un turista con maleta (archivo) - David Zorrakino - Europa Press - Archivo

 

La Comissió Territorial d’Urbanisme de l’Arc Metropolità de Barcelona ha aprobado la modificación del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) de Calella (Barcelona), incorporando por primera vez una regulación específica para las viviendas de uso turístico.
Según informó este sábado el Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat, la medida tiene como finalidad establecer un equilibrio entre la residencia permanente y la actividad turística, adaptando la normativa local a las nuevas dinámicas del mercado inmobiliario.

 

Una medida impulsada desde el Ayuntamiento

La propuesta, promovida y tramitada por el Ayuntamiento de Calella, define que los pisos turísticos podrán coexistir con las viviendas residenciales dentro del ámbito del POUM, aunque con límites claros.
La norma establece que solo podrá haber un máximo de 10 viviendas turísticas por cada 100 habitantes, un criterio que pretende evitar la saturación de este tipo de alojamientos y preservar la convivencia vecinal.

Además, las viviendas que se destinen a uso turístico deberán obtener una licencia urbanística previa, cuya vigencia será de cinco años. Tras ese periodo, el permiso deberá renovarse si se cumplen las condiciones establecidas.

 

Calella, un municipio que busca equilibrio

Actualmente, el municipio cuenta con 529 viviendas de uso turístico para una población de 20.207 habitantes, cifras que, según el Departament, no sitúan a la localidad en riesgo de desequilibrio urbano.
El nuevo marco normativo, por tanto, no busca restringir una actividad económica consolidada, sino mantener un modelo sostenible de convivencia entre residentes y visitantes.

 

Urbanismo al servicio de la convivencia

Desde la Generalitat, se subraya que el objetivo de la regulación es responder a las necesidades del territorio desde una perspectiva planificada. En palabras del comunicado oficial, la modificación “da una respuesta, desde el urbanismo, al equilibrio entre el uso de la residencia habitual y el uso turístico de viviendas en la localidad”.

Con esta aprobación, Calella se suma a los municipios catalanes que adoptan medidas de ordenación del alojamiento vacacional, en un contexto en el que el crecimiento del turismo y la presión sobre la vivienda exigen soluciones locales adaptadas a la realidad de cada territorio.

La decisión marca un paso significativo en la estrategia urbanística catalana: controlar el turismo sin renunciar a su peso económico, garantizando que la ciudad mantenga su carácter residencial y su identidad como destino costero.

 
 

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