Emma Suárez protagoniza “El cuarto de atrás” de Carmen Martín Gaite
María Folguera convierte en espectáculo dramático la novela que mereció el premio nacional de narrativa a Carmen Martín Gaite
Carmen Martín Gaite, una de las más acreditadas e influyentes escritoras españolas del siglo XX, obtuvo uno de los premios nacionales de narrativa por “El cuarto de atrás”, texto que combina el género narrativo con las peculiaridades propias de otros géneros como la memoria o el ensayo. Una obra representativa de su quehacer literario que ha sido traducida al lenguaje escénico por María Folguera y llega ahora al teatro Goya con Emma Suárez como protagonista bajo la dirección de Rakel Camacho.
Dice la directora que se trata de “un libro clave para comprender la memoria y esfuerzo de toda una generación de autores y autoras que tuvo que deshacer los tabúes de su infancia de posguerra para encontrar un camino propio. Lo que convierte a esta obra en singular es su capacidad para habitar el espacio ambiguo entre el sueño y la vigilia; entre el realismo y lo onírico. ¿Quién es el hombre de negro, dónde se esconde la isla de Bergai, qué busca una llamada en medio de la noche? Martín Gaite logra encarnar la fuerza de la imaginación y el intelecto entre la más verosímil cotidianidad: un piso en Madrid donde pasan las horas de una niche cualquier que terminará por ser decisiva y que acabará convertida en un mágico manuscrito”.
La curiosa conversación mantenida entre la protagonista y un extraño sujeto vestido de negro que aparece por sorpresa y la interroga en un ambiente caracterizado por el misterio y aderezado por algunas notas próximas al sobresalto crea un ambiente a caballo entre la realdad, la ficción, la memoria y el sueño, ingredientes sabiamente manipulados por la autora que se expresa con un lenguaje de singular belleza y contribuye a acentuar su carácter críptico. Fruto del momento en que fue escrita la novela de la que procede este montaje escénico, abundan las referencias que contextualizan el espacio temporal en el que situó Martín Gaite la fabulación, lo que se detecta a numerosas alusiones quizá hoy poco próximas al espectador contemporáneo, pero sí a las vivencias de la autora, tales las referencias al servicio social o a Carmencita Franco.
Obra de texto cuya digestión requiere un cierto esfuerzo, precisa de una buena interpretación, encomienda en la que Emma Suárez acredita una vez más su capacidad de hacer creíbles personajes complejos. Le acompañan Alberto Iglesias y Nora Hernández, que se desenvuelven con una imaginativo montaje escenográfico obra de José Luis Raymond y Laura Ordás que los propios intérpretes van haciendo girar para adecuarlo a cada una de las escenas.
En definitiva, una exploración literaria entre la memoria personal de la autora, su capacidad de fabulación y su excelente habilidad para el manejo del lenguaje.
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