Colau, Iglesias y compañía: los nuevos activistas del oportunismo

Podemos y los Comunes vuelven a servirse de las tragedias ajenas —como Gaza o los desahucios— para recuperar protagonismo político y preparar su regreso a las urnas

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Pablo Iglesias, Ada Colau, dinero
Pablo Iglesias y Ada Colau - CANVA - EUROPA PRESS

 

Hay personas que aún creen en la utopía —algunos lo llaman “creer en los peces de colores”— y luchan por las causas que creen justas. Lo hacen en beneficio de los demás. Estas acciones me parecen  loables; es más, me merecen  respeto y  admiración. En cambio, hay personajes que, escudándose en sus acciones de defensa de los demás, lo que hacen es utilizarlas para beneficio propio. Eso me produce repugnancia. De las desgracias de los demás, el beneficio debe ser solo la satisfacción de ayudarlos sin esperar nada a cambio, solo la utilidad de saber que hacemos algo porque queremos, sin “cobro” de ningún tipo.

La realidad nos viene demostrando que aún hay individuos/as que los valores se los pasan por las partes bajas. Ejemplos hay unos cuantos; los más llamativos, por sus denuncias hacia los demás, son Podemos y los Comunes de Ada Colau. Podemos, controlado por Pablo Iglesias, con delegación en ocasiones en su mujer, Irene Montero, e Ione Belarra —las dos caras “feministas a ratos” y poseedoras de encabezar las candidaturas que hagan falta—. Montero es ahora eurodiputada (como no tiene visibilidad ni se le conoce su trabajo en Bruselas), ya se ha postulado para ser cabeza de lista en las próximas generales, cuando las convoque el presidente Sánchez. Por ello lleva tiempo haciendo campaña: ella desde fuera y Belarra desde el Congreso, llevando la contraria al Gobierno para marcar perfil propio y dejar en ridículo a sus excompañeros de Sumar, a los que quiere arrebatar la izquierda de la izquierda.

Para auparla cuenta con la inestimable ayuda mediática de su marido y dueño del cortijo llamado Podemos. Bien colocado en sus medios de comunicación y con la ayuda, en bastantes ocasiones, de los socialistas, participa en medios públicos y privados donde no desaprovecha la ocasión para hacer campaña gratis.

El genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino, que ha sacado a las calles a millones de personas pidiendo poner fin a la matanza, ha servido a algunos aprovechados —caso de Podemos y los Comunes— para sumarse al movimiento, mayoritariamente formado por gente que se manifestaba de manera sincera, esperando solo que terminara la matanza y entraran los suministros de alimentos. Ada Colau aprovechó la ocasión para embarcarse en la primera línea de la flotilla “como activista”, lo mismo que en su día hizo contra los desahucios, con su reivindicación por la construcción de viviendas “sociales” y, cuando llegó a la alcaldía, de lo dicho, nada. Es más, fue la que menos viviendas sociales construyó durante su mandato

Colau, ha tenido presencia  cada día en los medios de comunicación y con su teatral vídeo grabado en el que decía, con una interpretación magistral, “si estáis viendo este vídeo…” —el resto ya lo conocen—, es digno de una actriz de telenovelas. La flotilla y su detención le han servido como trampolín de su vuelta a la política, esa de la que se había retirado, pero a la que retorna. También los socialistas catalanes le han echado una mano con TV3, donde ha debutado como tertuliana. Tiene dos años para trabajarse el voto.

Colau tiene la ya campaña hecha que irá trabajando más en estos dos  años que quedan para las municipales.Para  disipar las dudas, que no la teníamos, este fin de semana los Comunes pondrán a votación su nuevo código ético —¿a qué suena?— para modificar el límite de tres mandatos. Ya lo habían cambiado con anterioridad para que Colau pueda ser cabeza de lista en 2027. No sufran, porque saldrá todo que sí. Allí estará la exalcaldesa explicando a sus compañeros su experiencia en la flotilla., y lo mucho que ha sufrido

En Madrid tampoco pierden el tiempo Pablo Iglesias, Irene Montero e Ione Belarra, porque Podemos organiza la “Uni de Otoño”, su foro ideológico, donde los tres serán las estrellas principales del mismo. Aprovecharán el acto para explicar la movilización por Gaza, el papel jugado por su partido y, para que quede claro, hablarán de los próximos comicios en Andalucía y Castilla y León.

Podemos, que no desaprovecha ninguna ocasión, ha tenido parte activa en las manifestaciones, donde se ha podido ver en algunas de ellas a Montero y Belarra, eso sí, protegidas por escoltas. Podemos seguirá aprovechándose de Gaza. Su solidaridad está estrechamente relacionada con el beneficio político que pueda sacar y lo necesita, por desgracia.Podemos no  ha tenido el mismo papel de solidaridad con el pueblo de Ucrania y las barbaridades que está haciendo Rusia en ese país. La solidaridad a la carta es algo a lo que nos tiene acostumbrados Podemos. ¿Y Venezuela? La misma postura. Igual con la declaración del que fuera jefe de la inteligencia de Venezuela, que dentro de unos días tendrá que realizar en EE.UU., para aclarar la financiación de Podemos y cómo se habría producido.

Podemos y Comunes, dos exhermanos políticos que terminaron como el rosario de la Aurora, pero que utilizan las mismas estrategias. Al final, Dios los cría y los intereses los separan…Algo miserables si que son..

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