La lista de problemas de Toni Comín, suspendido como eurodiputado tras no jurar la Constitución

El político atraviesa turbulencias en su carrera

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Toni Comín, en archivo | Europa Press

 

Toni Comín ha sido una figura importante en el independentismo catalán. Elegido por Junts para trasladar las políticas independentistas al Parlamento Europeo, Comín se ha desempeñado como eurodiputado desde 2019. Encabezando la lista de Junts en las pasadas elecciones europeas, se esperaba que su liderazgo fortaleciera la representación del partido en el Parlamento Europeo. Sin embargo, los resultados de las elecciones no fueron tan favorables como se esperaba, y Junts pasó de tener tres eurodiputados a solo uno: el propio Comín, quien comenzó su nuevo mandato el 10 de junio.

La situación política de Comín se ha visto complicada por varias decisiones judiciales. La decisión del Tribunal Supremo de no amnistiar los delitos de malversación afectó tanto a Comín como a Puigdemont, impidiendo que Comín regresara a España debido a sus delitos pendientes. Además, la Junta Electoral Central (JEC) suspendió temporalmente su estatus de eurodiputado por no jurar la Constitución, una acción que ha puesto en vilo su papel en el Parlamento Europeo. Se espera una resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, similar a la que se dio en el caso de Oriol Junqueras, lo cual podría clarificar su situación.

Recientemente, Comín ha sido objeto de acusaciones de irregularidades financieras. CatGlobal, la empresa que gestiona la actividad jurídica del Consell de la República, acusó a Comín de incurrir en gastos irregulares. El despido del antiguo gerente de la Casa de la República se debió a su negativa a aprobar una factura de 4.786,78 euros relacionada con unas vacaciones familiares de Comín. La factura incluía el alquiler de una casa en Paçá, Francia, durante 17 días, billetes de avión y alquiler de vehículo.

Ante estas acusaciones, Comín ha defendido firmemente que los gastos eran de representación y que el Consell siempre ha asumido dichos dispendios. Afirmó que las acusaciones respondían a "una voluntad de venganza personal" y justificó el viaje alegando que coincidía con las vacaciones escolares de su hija.

Por su parte, el Consell de la República reafirmó su confianza en Comín y anunció la realización de una auditoría interna de sus cuentas para aclarar los hechos. Esta auditoría busca despejar cualquier duda sobre la gestión financiera y asegurar la transparencia en el uso de los recursos.

Estos eventos han profundizado la crisis dentro del movimiento independentista catalán. A los problemas internos en ERC se suma ahora la situación en Junts, lo que refleja un momento de debilidad para el secesionismo catalán. Las luchas internas y las acusaciones de mala gestión financiera han complicado aún más el panorama para un movimiento que ya enfrenta numerosos desafíos tanto a nivel nacional como internacional.

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