Crece el descontento hacia Lluís Llach en la ANC

La plataforma Dempeus per la Independència critica la supeditación de la ANC a los partidos y reaviva el debate sobre el futuro estratégico de la entidad soberanista

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Lluis llach
Lluís Llach no genera una opinión consensuada en la ANC. Foto: Europa Press

 

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) atraviesa una nueva etapa de fuerte tensión interna. Esta vez, los focos apuntan directamente a su presidente, el cantautor y activista Lluís Llach, a quien desde sectores críticos acusan de ejercer una dirección autoritaria y de estar al servicio de los intereses partidistas del independentismo tradicional.

La situación ha estallado tras la reactivación de Dempeus per la Independència, una plataforma que, aunque no consiguió apoyo suficiente para formar parte del secretariado, ha conseguido agitar el debate sobre el rumbo de la entidad. Sus integrantes denuncian que la ANC ha abandonado su papel como motor ciudadano del independentismo para convertirse en un instrumento al servicio de los partidos políticos, especialmente de Junts.

 

¿Una dirección que apuesta por objetivos diferentes?

Según los críticos, la ANC actual no representa a la base social independentista, sino que actúa como una extensión de la “lógica partidista” que, según ellos, ha sido incapaz de capitalizar los momentos clave del proceso, especialmente desde el referéndum del 1-O en 2017. “No se ha aprendido nada de los errores del pasado”, lamentan, citando también la ausencia de autocrítica tras los fracasos electorales de los últimos años.

Uno de los puntos de mayor fricción ha sido la propuesta para crear una lista cívica que concurriera a las elecciones catalanas. Aunque esta fue finalmente rechazada, la idea sigue viva en algunos sectores que ven en esta fórmula una vía para regenerar el espacio independentista sin pasar por los partidos tradicionales. El exvicepresidente del Parlament, Josep Costa, es una de las voces que más ha insistido en esta dirección, denunciando el “fracaso de la vía institucional” y defendiendo la necesidad de una “renovación de raíz”.

Costa, muy crítico con la gestión del proceso y con lo que considera una “sumisión” de la ANC a los liderazgos de partidos como el de Carles Puigdemont, acusa a Llach de actuar como una especie de "delegado" del expresident. “La ANC no puede ser una correa de transmisión de intereses ajenos a la ciudadanía”, subrayó en una reciente intervención.

Pese a no tener representación en el secretariado, desde Dempeus aseguran que seguirán defendiendo una estrategia “insumisa, transversal y desobediente” que permita recuperar la iniciativa política del soberanismo. En este sentido, no descartan volver a poner sobre la mesa la idea de la lista cívica si las condiciones políticas lo permiten.

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