Catalunya apuesta por el agua regenerada y desalinizada para garantizar el 70% del suministro en 2029

La Generalitat traza su hoja de ruta hídrica con nuevas desalinizadoras, modernización de potabilizadoras y más eficiencia en la red para reducir la dependencia de la lluvia y afrontar mejor sequías e inundaciones

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Catalunya diseña un modelo hídrico más autosuficiente: en 2029, el 70% del agua deberá venir de la regeneración, la desalinización y una red más eficiente. Foto: Europa press

 

Ante un contexto climático cada vez más extremo, con sequías prolongadas y lluvias imprevisibles, la Generalitat de Catalunya ha activado una estrategia ambiciosa para garantizar el suministro de agua sin depender de la meteorología. El objetivo: que en 2029, el 70% de los recursos hídricos provenga de fuentes no convencionales como la regeneración de agua residual, la desalinización del agua marina, una red más eficiente y un mayor aprovechamiento del río Besòs.

La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha confirmado que este plan responde también a las recomendaciones de la Eurocámara en el marco de la futura Estrategia Europea de Resiliencia del Agua, que insta a los territorios del Mediterráneo a prepararse mejor para episodios de escasez y catástrofes naturales. "Catalunya debe dejar de depender de la lluvia", apuntó recientemente Concha Zorrilla, directora general de Transición Hídrica de la Generalitat, en declaraciones recogidas por Europa Press.

 

Nuevas desalinizadoras y más agua reutilizada

Entre las infraestructuras clave previstas en esta hoja de ruta hídrica destaca la construcción de una nueva planta desalinizadora en la Costa Brava norte, que dará servicio al Alt Empordà (Girona), una de las zonas más afectadas por la sequía. Esta instalación podría estar operativa en 2027.

Además, se ampliará la capacidad de producción de la desalinizadora de la Tordera, que pasará de generar 20 a 80 hectómetros cúbicos, y se pondrá en marcha una nueva planta en el Foix, con una capacidad prevista de hasta 30 hectómetros cúbicos.

El Govern también trabaja en la modernización de varias potabilizadoras del área metropolitana de Barcelona. La estación del Ter, la de Abrera y la de Sant Joan Despí (esta última con la ampliación del tratamiento de ósmosis inversa) forman parte de un plan que busca mejorar la calidad del agua potable y optimizar su distribución en momentos de máxima demanda.

 

Más eficiencia y mejor uso del río Besòs

El plan contempla, además, inversiones importantes para reducir fugas en las redes actuales. Se ejecutará el desdoblamiento de la arteria Ter-Trinitat del sistema Ter-Llobregat, una intervención clave para poder reparar la vieja tubería que actualmente pierde agua en puntos críticos de Badalona y Santa Coloma de Gramenet. Las obras están previstas hasta 2026.

Otro eje del nuevo modelo es el río Besòs. Se construirán seis pozos aluviales para captar agua del acuífero y se trasladará agua residual hasta la depuradora de El Prat de Llobregat para su regeneración. Esta medida debería entrar en funcionamiento antes de 2027 y permitirá aprovechar aún más los recursos disponibles sin recurrir al agua potable tradicional.

 

Seguridad también frente a inundaciones

La estrategia del agua no se limita a la sequía. Catalunya también refuerza su capacidad de respuesta ante posibles inundaciones o roturas de presas. Con una inversión de 3,8 millones de euros, cofinanciada por los fondos europeos FEDER, se están instalando sistemas de alarma en embalses de las cuencas internas. El pantano de Sau ya cuenta con este sistema, que permitirá evacuar zonas cercanas en caso de emergencia.

“El primer objetivo es salvar vidas”, recordó Josep Lluís Armenter, director de la ACA. Según explicó, los primeros 30 minutos tras un incidente son cruciales para garantizar una evacuación segura y reducir los daños.

 

Fondos europeos, aliados del cambio hídrico

Catalunya ha solicitado a la Unión Europea que los fondos FEDER puedan financiar más infraestructuras relacionadas con la desalinización y la regeneración de agua. En este sentido, la Generalitat ya ha presentado las solicitudes correspondientes, subrayando que estos proyectos encajan con los objetivos de sostenibilidad y resiliencia marcados por la UE.

La planificación del agua en Catalunya entra así en una nueva era, donde la innovación tecnológica, la eficiencia y la prevención climática se convierten en pilares de un modelo que busca proteger a la ciudadanía, garantizar el suministro y preservar el entorno.

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