Orriols, a la carga: acusa al president Illa de castigar a los votantes de Aliança con un centro para migrantes en Ripoll

No es raro que Salvador Illa y Sílvia Orriols se peleen dialécticamente en el Parlament. Y este 21 de mayo ha vuelto a ocurrir. En esta ocasión, Orriols ha acusado al Govern de instalar en Ripoll un centro para menores inmigrantes sin previo aviso ni consulta con la ciudadanía. Según ella, esta decisión responde a una represalia por haber sido elegida alcaldesa.

La alcaldesa ha denunciado que los menores residen “completamente solos” y ha arremetido contra lo que considera un sistema corrupto, diseñado —según sus palabras— para alojar a inmigrantes irregulares en pisos, albergues y hoteles vinculados a personas y fundaciones afines al poder. En referencia a escándalos recientes relacionados con la DGAIA, ha afirmado: “La corrupción es tan brutal, el escándalo tan enorme, que el 3% de hace unos años parece una minucia. Después de tantas lecciones de moral, de humanidad, de llamarme racista, extrema derecha, fascista y nazi, resulta que quienes lo hacían no eran buenas personas: temían por su negocio”.

Orriols también ha puesto en duda que sea “normal” que los contribuyentes de Ripoll y de Cataluña tengan que costear el alojamiento, la manutención y “la paga” de estos menores, mientras —ha dicho— sus familias “no aportan ni un céntimo”. Ha acusado directamente a Illa de haber ubicado el centro en Ripoll como castigo electoral. “¿Por qué en Ripoll, señor Illa? ¿Por qué no los aloja en su casa, en su barrio o en su ciudad, si tanto le gustan? ¿Qué han hecho mal los ripolleses? ¿Votarme a mí?”, ha rematado.

Illa, tajante

La respuesta de Salvador Illa fue tajante. El president de la Generalitat rechazó con firmeza lo que calificó de “tonterías” e “insinuaciones” por parte de Sílvia Orriols, y advirtió a la líder de Aliança Catalana que, si dispone de pruebas de alguna irregularidad, debe acudir a los tribunales. “Y si no lo hace usted, quizá lo haré yo”, añadió.

Illa defendió la actuación del Govern, subrayando que Cataluña, como sociedad “cohesionada y avanzada”, acoge a los menores no acompañados que le corresponden, también en municipios como Ripoll. “No haremos una excepción”, afirmó.

Lejos de moderar su discurso en la réplica, Orriols arremetió de nuevo contra el president, acusándolo de preocuparse más por “el negocio” que por el bienestar de los menores. “De buen samaritano, usted solo tiene el nombre”, le espetó.

En su intervención final, Illa reivindicó una sociedad comprometida con afrontar y resolver los problemas, y criticó a quienes —en clara alusión a Orriols—, según dijo, “hacen política incluso con la miseria de las personas”.