La CUP cambia de imagen y prepara un giro total para 2027

La Candidatura d’Unitat Popular (CUP) ha anunciado una profunda renovación de cara a las elecciones municipales de 2027, con un cambio notable en su imagen, liderazgos reforzados y un discurso actualizado para acercarse más a la ciudadanía.

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CUP al Parlamen
Los diputados de la CUP en el Parlament - Europa Press

 

La formación busca abandonar la etiqueta de “partido del no” para convertirse en la CUP del “sí”: una fuerza política que no rechaza todo por sistema, sino que ofrece alternativas claras y constructivas.

Este proceso de renovación se inició este domingo con un acto público bajo el lema “Construimos el país”, en el que se presentó también el nuevo logotipo, que mantiene los colores amarillo y negro pero elimina el rojo, además de realzar la estrella de la estelada sobre el nombre del partido, simbolizando una bandera ondeante.

CUP
Nuevo logotipo - CUP

Un cambio estratégico tras pérdidas electorales

En los últimos meses, la CUP ha protagonizado campañas contundentes contra proyectos como los Juegos Olímpicos de Invierno o el Hard Rock, que, aunque calificados como “victorias importantes” por la formación, han tenido un coste electoral, traducido en la pérdida de representación en ciudades como Lleida y Tarragona. Según Bernat Lavaquiol, secretario de acción política del partido, “hemos facilitado que se nos reduzca a caricatura de quienes siempre dicen ‘no’”.

El objetivo ahora es aterrizar y concretar sus propuestas para que resulten más comprensibles y atractivas para la ciudadanía.

Prioridades claras: vivienda, lengua y modelo productivo

Con las elecciones municipales a dos años vista, la CUP centra su discurso en tres ejes principales: la vivienda, la lengua y, especialmente, el modelo productivo, que supone una novedad importante en su ideario.

Lavaquiol denuncia la dependencia del “capital extranjero especulativo” y sostiene que “somos un país de cerdos y turistas: exportamos porcino e importamos visitantes”. Por ello, propone un giro hacia la reducción de grandes industrias agroalimentarias para favorecer a la pequeña y mediana agricultura local, con el fin de crear empleo, ofrecer alimentos de calidad y combatir el cambio climático.

Además, apuesta por un impulso industrial que recupere la soberanía productiva perdida tras la deslocalización empresarial de los años 2000.

La batalla de las municipales y nuevos liderazgos

El partido encara las municipales de 2027 con la intención de recuperar terreno, ya que actualmente no cuenta con representación en ciudades clave como Barcelona, Tarragona y Lleida. En este sentido, la CUP ha decidido reforzar sus liderazgos y prevé elegir candidatos para las principales ciudades antes de fin de año.

La apuesta principal será Barcelona, donde Lavaquiol considera que la salida de Ada Colau abre una ventana de oportunidad. Además, la formación quiere consolidar alcaldías como las de Girona y Berga y preparar una implantación territorial fuerte para frenar el avance de la extrema derecha de Aliança Catalana, que se prevé crezca especialmente en zonas rurales.

Con este giro estratégico, la CUP se presenta dispuesta a recuperar músculo político y votos, buscando un nuevo protagonismo en la escena catalana y municipal con una imagen renovada y un discurso más accesible para conectar con un electorado más amplio.

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