Los pactos entre PSOE y el independentismo catalán, en el aire tras el ingreso en prisión de Santos Cerdán
La condena al exnegociador socialista complica los acuerdos con Junts y ERC, que exigen tolerancia cero ante la corrupción
El clima político en Catalunya se tensiona tras la reciente orden judicial de ingreso en prisión de Santos Cerdán, hasta ahora figura clave del PSOE en las negociaciones con el independentismo. Su implicación en un caso de presunta corrupción ha puesto en entredicho la continuidad de los pactos políticos, especialmente con Junts per Catalunya y Esquerra Republicana (ERC).
Aunque las reuniones no se han interrumpido, el panorama de diálogo entre el Gobierno central y los principales partidos catalanes ha cambiado de forma notable, obligando al PSOE a redefinir su estrategia de interlocución.
Junts exige claridad y un nuevo negociador
Antes de que se conociera la decisión judicial que afectaba a Santos Cerdán, desde Junts per Catalunya ya se habían alzado voces reclamando una posición firme contra la corrupción. El portavoz del partido, Josep Rius, había defendido públicamente una política de “tolerancia cero” ante cualquier tipo de mala praxis política.
Pese al golpe que supone la salida de Cerdán, las conversaciones entre Junts y el PSOE no se han paralizado del todo. En las últimas horas, ha sido el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha asumido el rol de interlocutor temporal. Zapatero se reunió en Suiza con el president Carles Puigdemont, el secretario general Jordi Turull y la portavoz en el Congreso Míriam Nogueras, con el fin de mantener viva la vía del diálogo.
Sin embargo, Junts espera que el PSOE designe cuanto antes un nuevo negociador definitivo, y ha anunciado que no valorará el estado actual de las negociaciones hasta que los socialistas tomen decisiones claras en los próximos días.
ERC advierte: sin ética no hay pactos
Desde Esquerra Republicana, la reacción ha sido igual de contundente. El vicesecretario de Comunicación, Isaac Albert, ha subrayado que para su formación la corrupción es una línea roja infranqueable.
“No podemos mirar hacia otro lado por conveniencia política. Si hay corrupción, no hay acuerdo posible”, afirmó Albert en declaraciones recientes. Además, advirtió que la agenda de acuerdos futuros, como los Presupuestos de 2026, está condicionada al cumplimiento de compromisos previos, especialmente en cuestiones clave como el nuevo modelo de financiación para Catalunya.
Estas declaraciones ponen de manifiesto que ERC no está dispuesta a avanzar en nuevas alianzas con el Gobierno si antes no se demuestra una voluntad real de cumplir lo pactado y mantener una política limpia.
Un contexto político frágil con consecuencias estatales
El caso Cerdán no solo pone en peligro los frágiles equilibrios de poder en Catalunya, sino que también complica la gobernabilidad del Estado, dado que los acuerdos con el independentismo catalán han sido esenciales para la estabilidad del actual ejecutivo liderado por Pedro Sánchez.
La credibilidad del PSOE ante sus socios parlamentarios se ve ahora afectada, y el margen de maniobra para alcanzar nuevos consensos legislativos se reduce en un momento especialmente delicado para el Gobierno.
¿Qué puede pasar ahora?
Todo queda a la espera de los próximos movimientos del PSOE: designar a un nuevo interlocutor de confianza, reforzar su compromiso con la transparencia política, y cumplir los pactos establecidos con los partidos catalanes. De no hacerlo, los puentes de diálogo podrían deteriorarse aún más, dejando en suspenso iniciativas clave como los Presupuestos Generales o el impulso de nuevas reformas territoriales.
Lo que está claro es que la política catalana vuelve a estar en el centro del tablero nacional, y la presión por retomar una agenda política basada en la ética, el cumplimiento y la transparencia es más fuerte que nunca.
Escribe tu comentario