Aunque Junts apoyó la investidura de Pedro Sánchez a finales de 2023 y es fundamental con sus siete diputados para que la legislatura siga adelante, la formación ha evitado etiquetarse como socio del Gobierno o integrarse en el “bloque de la investidura” o la “mayoría progresista”.
La posconvergencia se ha mostrado dispuesta a sentarse tanto con el PSOE como con el PP, siempre que pueda marcar los términos y condiciones de la negociación. Ante los movimientos del PP para agitar el Ejecutivo tras la implicación de Santos Cerdán en la trama Koldo y su entrada en prisión, Junts mantiene su estrategia firme.
Fuentes de Junts exponen que cualquier conversación debe pasar por Waterloo, sede simbólica de su liderazgo, un escenario que el PP descarta. “El PP sabe cuáles son los mecanismos de Junts para tener conversaciones de esta índole, de partido a partido”, indican desde la formación a La Vanguardia, donde recuerdan que las negociaciones solo se pueden hacer con el presidente Carles Puigdemont, el secretario general Jordi Turull y la portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras.
Junts asegura que exige las mismas condiciones tanto para negociar con PSOE como con PP y no ha dudado en votar junto a los populares en ocasiones anteriores. Sin embargo, las heridas con el PP están abiertas, especialmente por la oposición de estos a la oficialidad del catalán en Europa y otras maniobras para desgastar al partido de Puigdemont.
Así, Junts reafirma que no es un socio más ni un simple actor dentro del Gobierno español, sino que su peso político va ligado a su capacidad para marcar la agenda y las reglas de juego en la negociación política.
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