Catalunya pierde fondos en el reparto estatal para la dependencia pese al aumento deL gasto autonómico
Esta situación contrasta con el esfuerzo presupuestario de las comunidades,
Catalunya se encuentra entre las nueve comunidades autónomas que han perdido financiación del nivel acordado del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) en 2024, según el último informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. La pérdida se debe al incumplimiento de los objetivos marcados para recibir parte de los 783 millones de euros distribuidos por el Estado.
Esta situación contrasta con el esfuerzo presupuestario de las comunidades, que en 2024 volvieron a asumir el 72,9% del gasto total en dependencia, tras cuatro años de alivio financiero por parte del Gobierno central. La aportación estatal cayó al 27,1%, rompiendo con el compromiso de acercarse al 50%, algo que se ha visto frustrado por la falta de Presupuestos Generales del Estado.
Catalunya: más gasto, pero menos fondos estatales
Aunque Catalunya destinó una media de 8.000 euros por persona beneficiaria, esta cifra queda por debajo de autonomías como el País Vasco (13.554 €), Navarra (12.474 €) o Extremadura (12.779 €), y por encima de Andalucía, que ocupa el último lugar con 7.173 euros.
Como muestra el siguiente gráfico, la diferencia entre comunidades en el gasto anual por beneficiario es notable:
Además de Catalunya, también pierden fondos territorios como Aragón, Madrid, Canarias, Castilla-La Mancha, Baleares o Murcia, al no cumplir los criterios establecidos por el Ministerio de Derechos Sociales para acceder al reparto adicional del fondo estatal.
Modelo en revisión, pero con carencias
La reducción del esfuerzo estatal llega en pleno rediseño del modelo de cuidados, que pretende una atención centrada en la persona y en su domicilio, pero la Asociación advierte de la insuficiencia de recursos. La ayuda a domicilio promedia solo 36 horas mensuales y la prestación económica para cuidadoras familiares apenas alcanza los 264 euros al mes.
También preocupa el estado de la teleasistencia: el 56,5% de los dependientes atendidos en casa no cuenta con este servicio, a pesar de ser un derecho desde 2021 según el Plan de Choque impulsado entonces.
Catalunya no solo pierde financiación estatal clave, sino que lo hace en un momento crítico para el sistema de dependencia, que se ve atrapado entre promesas de modernización, desigualdades territoriales y una inversión pública que, por ahora, no se ajusta al nivel de urgencia ni de necesidad de muchas familias.
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