Polémica en Catalunya por la reunión entre Puigdemont e Illa: críticas de PP y Junts, apoyo de Yolanda Díaz

La reunión que este martes mantendrán el expresident Carles Puigdemont y el President de la Generalitat, Salvador Illa, en la delegación del Govern en Bruselas, ha generado diversas reacciones en el ámbito político.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró estar abierta al diálogo con todas las fuerzas democráticas. “Yo estoy dispuesta a reunirme con todo el mundo, con todas las fuerzas democráticas”, defendió, recordando que ya se había reunido previamente con Puigdemont tras las elecciones generales de 2023. Sobre la votación de la reforma laboral, Díaz destacó que las posiciones siguen sin cambiar y atribuyó la falta de avance únicamente al PP, sin mencionar a Junts per Catalunya, que el pasado julio bloqueó la medida estrella de su Ministerio.

Por su parte, el secretario general del Grupo Popular en el Senado, Miguel Tellado, criticó duramente la iniciativa de Illa. “Con Cerdán en la cárcel y Zapatero más que cuestionado, Sánchez envía a Salvador Illa a Bélgica a prometer lo imposible a Puigdemont e intentar retener el poder para él y su jefe unos meses más, humillando de nuevo a los españoles. ¿Ser moderado era esto?”, afirmó.

La portavoz de Junts per Catalunya, Lorena Roldán, también mostró su rechazo: “Así inicia Illa el curso político. Nada más que añadir. Qué vergüenza”, señaló en un mensaje breve pero contundente.

Desde el entorno de Puigdemont, el asesor de comunicación Aliex Clarió confirmó la cita en X: “El president @KRLS es reunirà demà amb el president Illa (16.15h) a la delegació del govern català a Brussel·les. Va ser @salvadorilla qui va sol·licitar reunir-se i, per respecte institucional, el president Puigdemont va acceptar. Sorprenent, sobtat i sobretot tardíssim”.

La reunión, solicitada por Illa, se enmarca en el contexto de normalización política y busca acercar posturas tras meses de tensión entre el Govern y Junts per Catalunya, aunque llega en un momento en que la relación entre los partidos mantiene posiciones encontradas sobre los presupuestos y otras negociaciones clave.