Israel elogia el televoto español en Eurovisión y lanza un duro mensaje a Sánchez: "Aquí hemos sentido la bofetada"
El ministro de Israel para la Diáspora, Amichai Chikli, ha celebrado en un mensaje dirigido al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, la victoria de su cantante Yuval Raphael en los votos del público español durante el certamen de Eurovisión este pasado sábado
El ministro de Israel para la Diáspora, Amichai Chikli, ha provocado un auténtico terremoto diplomático con un mensaje incendiario dirigido al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras la victoria de la cantante israelí Yuval Raphael en los votos del público español durante el festival de Eurovisión el pasado sábado.
Chikli, conocido por sus constantes críticas a Sánchez por su postura favorable al reconocimiento de Palestina, ha interpretado la decisión del público español de premiar a Israel como un castigo directo a RTVE por haber emitido un mensaje previo reivindicando la “paz y la justicia para Palestina”. Con palabras cargadas de tensión política, Chikli escribió en la red social X: “Sánchez, parece que los españoles han hablado y la bofetada la hemos sentido aquí en Jerusalén”, acompañando su tuit de una imagen con el rostro del presidente español rodeado por la lista de países que recibieron más puntuaciones por parte del público español, con Israel en primera posición.
Este gesto ha desatado una ola de polémica internacional, ya que evidencia una inusual y explícita vinculación entre un resultado cultural y un mensaje político de confrontación. La cantante Yuval Raphael obtuvo la máxima puntuación en el televoto con 297 puntos, con doce puntos de trece países, entre ellos España, hecho que no solo refleja una preferencia musical sino que ahora adquiere un carácter de impacto geopolítico.
Estas declaraciones públicas de un ministro israelí contra un jefe de Estado europeo, vinculadas a un evento cultural internacional como Eurovisión, podrían tensar aún más las relaciones diplomáticas entre España e Israel, y abren un nuevo escenario de conflicto que trasciende la música para poner de manifiesto las profundas divisiones políticas en torno al conflicto israelí-palestino.
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