MAR, el jefe de gabinete de Ayuso, incendia las redes al comparar la amnistía con la pederastia

El borrador de sentencia del Tribunal Constitucional que avala la constitucionalidad de la ley de amnistía ha provocado un auténtico terremoto político, especialmente en el entorno del Partido Popular. Según informa el contenido del borrador, elaborado por la magistrada y vicepresidenta del TC Immaculada Montalbán, la norma impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez no vulnera la Carta Magna, desmontando así los argumentos principales de los recursos presentados por el PP.

Mientras Alberto Núñez Feijóo redoblaba la presión asegurando que la ley “no es moral, ética ni legal”, ha sido Miguel Ángel Rodríguez (MAR), jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, quien ha protagonizado la reacción más desmedida y alarmista. A través de su cuenta en la red social X, el portavoz oficioso de los sectores más duros del PP llegó a comparar la amnistía con la esclavitud, la ablación y la pederastia, en un intento de deslegitimar uno de los argumentos del borrador, que sostiene que el Gobierno puede hacer todo lo que la Constitución no prohíbe explícitamente.

“Me acabo de enterar de que parece que la esclavitud, la ablación y la poligamia son constitucionales porque no están prohibidas expresamente en la Constitución... qué cosas... ¿Y la pederastia?”, escribió Rodríguez, desatando una oleada de críticas en redes sociales y entre representantes políticos por el tono incendiario de sus palabras.

Esta no es la primera vez que Miguel Ángel Rodríguez utiliza el foco mediático para alimentar la polarización política con declaraciones extremas. Su estrategia comunicativa, basada en el populismo agresivo, vuelve a poner en evidencia la línea de confrontación que impulsa desde la presidencia madrileña y su influencia directa en la agenda del PP.

Mientras tanto, en el bloque independentista se recibe con prudencia el borrador del Constitucional. Tanto Junts como Esquerra Republicana evitan celebraciones prematuras y recuerdan que el texto no entra a valorar delitos como la malversación, clave en los casos de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Además, el Tribunal Supremo, y en particular el juez Pablo Llarena, ya ha dejado claro que no piensa levantar la orden de detención contra Puigdemont, pese al posible aval del TC a la ley.

El escenario judicial sigue abierto, pero la batalla política ya está al rojo vivo, alimentada por voces como la de Miguel Ángel Rodríguez, cuya deriva verbal sigue traspasando líneas rojas en el debate democrático.