"Amargados de mierda": el tirón de Koldo contra Cerdán y sus fiestas de lujo

Un nuevo capítulo en el caso Koldo ha estallado con fuerza en el corazón del PSOE, con revelaciones que exponen una trama de lealtades rotas, graves insultos, dinero sospechoso y tensiones internas explosivas. El informe de 490 páginas entregado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al Tribunal Supremo incluye mensajes privados, audios y conversaciones que evidencian una guerra interna en las más altas esferas del partido.

Cerdán, en el punto de mira: dimisión forzada tras ser señalado como origen de una trama corrupta

El ya exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, presentó su dimisión como dirigente del partido y como diputado tras ser señalado por los investigadores como pieza clave de una presunta red de comisiones por obra pública. El detonante: una serie de conversaciones intervenidas donde Koldo García —exasesor de José Luis Ábalos— lo califica sin tapujos de “amargado de mierda”.

Los investigadores describen un progresivo deterioro en la relación entre Cerdán y Koldo, motivado —según este último— por la “envidia” de Cerdán hacia su cercanía con el exministro. “Está rabioso con mi relación con él [Ábalos]”, escribe Koldo a su entonces esposa.

Insultos, reproches y espionaje entre bastidores

Las conversaciones revelan un clima tóxico. “El FP de Santos con Gui de fiesta en fiesta gastándose la pasta”, dice Koldo, en referencia a Cerdán y al empresario Joseba Antxón Alonso Egurrola, apodado “Gui” o “Guipúzcoa”. “Me dan asco”, añade. En otro mensaje, remata: “Me la pela. Como si se mueren”.

Koldo acusa directamente a Cerdán de querer traicionarlo y destruir su relación con Ábalos, mientras su esposa apunta que Cerdán busca extraerle información para “venderlo”. La tensión entre las dos facciones internas del PSOE es evidente, con acusaciones cruzadas y estrategias de aislamiento político.

Ábalos, al límite económico: “Voy con 50 euros toda la puta semana”

En un fragmento de conversación especialmente impactante, José Luis Ábalos admite estar al borde del colapso financiero. “Ya no tengo ni para pagar las cuotas de mi hipoteca. No tengo un puto duro”, afirma. Detalla que sobrevive “con 50 euros toda la puta semana”, aunque su hijo le ha llegado a dar “1.000, 4.000 euros”.

Koldo, por su parte, le promete una “salida digna” y le explica que si consigue “dos obras” a través de Cerdán, podría obtener “medio kilo fácil”. Incluso le ofrece repartir las ganancias con Ábalos. “La mitad te la daré, la otra para mis gastos”, asegura.

Según sus propios cálculos, Ábalos habría gastado 470.000 euros en dos años, principalmente en alquileres. Estos datos, ahora en manos de la justicia, podrían tener consecuencias legales por malversación o blanqueo de capitales.

Un PSOE herido y en silencio ante una tormenta imparable

El caso ha provocado un terremoto político de primera magnitud. Fuentes del partido guardan silencio, mientras crecen las voces críticas dentro del socialismo español que exigen una depuración inmediata de responsabilidades. Los sectores más próximos a Cerdán hablan de “venganza interna” y guerra sucia, pero el impacto público ya es incontrolable.

Con cada nuevo documento que trasciende del sumario, el PSOE queda más expuesto, en un momento de fragilidad política extrema. Este escándalo, que combina política, dinero y traiciones, podría marcar un antes y un después en la crisis de credibilidad del partido.

Y esto es solo el principio. El caso Koldo apunta a una red mucho más amplia y a una degradación grave de las estructuras internas de poder. El juez del Supremo ya trabaja con decenas de intervenciones más y la investigación sigue avanzando. Lo que está en juego no es solo la responsabilidad de unos individuos, sino el alcance de una cultura de poder que hoy se desmorona ante los ojos de todos.