Santiago Abascal recibe la respuesta por parte de la Iglesia catalana: "un xenófobo no puede ser u verdadero cristiano"

La Iglesia catalana ha lanzado una contundente respuesta al líder de Vox, Santiago Abascal, en el contexto de la polémica moción aprobada en Jumella que prohíbe el uso de instalaciones deportivas como espacios de culto islámico. La iniciativa, promovida por el partido de extrema derecha, generó una fuerte reacción desde el ámbito religioso.

En una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, el arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, Joan Planellas, defendió que la verdadera cuestión es la inmigración y la estigmatización de quienes se ven obligados a dejar su país por guerras o hambre, por el contrario de reaccionar ante las causas que los empujan a buscar un futuro en Europa: “Emigrar es un derecho, pero también lo es no tener que emigrar forzosamente”.

Planellas subrayó que, según la doctrina de la Iglesia, desde los Evangelios hasta el Concilio Vaticano II, no se puede discriminar a nadie por ser extranjero: “Un xenófobo no puede ser un verdadero cristiano, se debe decir con toda contundencia.”

Apoyo sin fisuras con la Iglesia española

El arzobispo afirmó que en este punto crítico no existe ninguna fisura con la Conferencia Episcopal Española. Recientemente, la Iglesia española salió en defensa de la comunidad musulmana, denunciando cualquier limitación al derecho fundamental de libertad religiosa, garantizado por la Constitución.

La tensión se intensifica

La crítica por parte de Vox desató una fuerte reacción. Abascal cuestionó los motivos del respaldo episcopal, sugiriendo que estaba influido por “ingresos públicos” o por un intento de encubrir casos de pederastia. Sin embargo, resulta contradictorio dado que la mayoría del electorado de Vox se declara católico. Según el diario El Mundo, entre junio y agosto el partido ha sumado unos 300.000 votantes nuevos que se autodefinen como creyentes.

Planellas concluyó recordando que todos somos fruto de la inmigración, incluida Catalunya, y enfatizó que el catolicismo es incompatible con cualquier ideología que no respete la dignidad humana. “Nuestra posición es clara y nítida”, afirmó.