De Venezuela a Ábalos, Aldama y Begoña Gómez: Pedro Sánchez sale "satisfecho" de su choque con el PP en el Senado

El Presidente del Gobierno ha superado cinco horas de preguntas por parte de todos los partidos menos PNV y BNG

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Sánchez
Pedro Sánchez ha sido el segundo presidente en comparecer en una comisión de investigación dle Senado Foto: EP

 

Pedro Sánchez protagonizó una extensa y tensa sesión ante la comisión de investigación del Senado dedicada al ‘caso Koldo’. Esta cita, seguida por más de 270 periodistas acreditados, se convierte en un hito histórico al ser solo la segunda vez que un presidente del Gobierno comparece en el Senado en una comisión de investigación, tras Mariano Rajoy. La sesión reunió a senadores de casi todos los grupos —excepto PNV y BNG— y evidenció el choque frontal entre el Ejecutivo y la oposición, especialmente con el Partido Popular y Vox. Durante más de cinco horas de comparecencia, la tensión política, las acusaciones cruzadas y los intentos de defensa marcaron una jornada de alto voltaje institucional.

 

Una llegada custodiada y un ambiente crispado

Sánchez llegó temprano, al Senado, escoltado por un amplio dispositivo policial. En la plaza de la Marina Española, un grupo de manifestantes con banderas españolas exigía “valentía” a los senadores y pedía una investigación sin miedo. También denunciaban el uso de términos codificados —como “chistorras” y “lechugas”— incluidos en los informes de la Guardia Civil, que supuestamente aludirían a pagos en efectivo de alto valor dentro del PSOE y entre Ábalos y Koldo. El presidente entró con paso firme y una carpeta roja bajo el brazo, símbolo de los documentos con los que planeaba sustentar su defensa.

 

 

Durante la tensa jornada, el Partido Popular propuso un careo entre Pedro Sánchez, el comisionista Víctor de Aldama y el propio Koldo, figura clave en el ‘caso Koldo’. La propuesta fue rechazada por el presidente, quien alegó que no conocía de manera directa a Aldama, y defendió que las fotos y encuentros en los que ambos aparecen eran situaciones públicas y comunes en su rol político. Esta solicitud del PP buscaba profundizar en las posibles conexiones entre Sánchez y Aldama, señalando una supuesta trama de corrupción en la que el comisionista podría estar implicado. Sánchez, por su parte, insistió en que cualquier vinculación con Aldama era completamente accidental y negó cualquier relación directa que justificara dicho careo. El enfrentamiento verbal con la oposición se intensificó cuando la senadora del PP, Alejo Miranda, cuestionó al presidente sobre los detalles de su relación con el comisionista, a lo que Sánchez respondió con contundencia, rechazando los intentos de la oposición por vincularlo a la trama de forma directa.

 

Las preguntas clave que marcaron el debate

El interrogatorio giró en torno a las principales aristas del caso: la presunta financiación irregular del PSOE, las supuestas relaciones con Venezuela, el papel de Begoña Gómez en el rescate de Air Europa, la vinculación con el comisionista Víctor de Aldama y la implicación del hermano de Pedro Sánchez en asuntos económicos. Cada tema se convirtió en un punto de fricción entre el presidente y los senadores del PP, que buscaron poner a prueba la versión del Gobierno.

 

Defensa política y personal ante la comisión

Desde el inicio, Sánchez mantuvo un discurso centrado en la transparencia. Admitió que, como secretario general del PSOE, ha recibido gastos en metálico, pero siempre “contra factura” y sin superar los mil euros. Negó sobresueldos o conductas ilícitas dentro del partido y aseguró desconocer el significado de los términos usados en los informes policiales, en los que Ábalos y Koldo hablaban de "chistorras", "soles" y "lechugas".

 

 

 

También defendió el nombramiendo de su exministro de Transportes, José Luis Ábalos, a quien calificó como una persona de “máxima confianza” en ese momento. No obstante, mostró rechazo hacia los audios en los que Ábalos aparecía vinculado a presuntos pagos irregulares, señalando que el asunto corresponde a la Justicia. Y no dudó en califcar de "repugnante" su consumo de prostitución, una prátcica que ha dejado claro que está prohibida dentro del PSOE.

 

El papel de Begoña Gómez y los reproches a la oposición

Preguntado por la supuesta implicación de Begoña Gómez en el rescate de Air Europa, Sánchez negó de forma tajante cualquier participación y citó informes de la Unidad Central Operativa (UCO) que, según dijo, lo desmienten. Aprovechó para reprochar al Partido Popular y denunció la campaña de acoso contra su esposa, con ataques personales y mensajes transfóbicos difundidos por sectores extremistas, similares a los que Macron ha llevado a los tribunales.

 

Intercambio de acusaciones y choques dialécticos

El momento más tenso llegó con las preguntas del senador popular Alejo Miranda, que insistió en las sospechas de corrupción y pagos en efectivo. La sesión fue interrumpida varias veces por discusiones, gritos y acusaciones mutuas. En uno de los pasajes más duros, Pedro Sánchez acusó al PP y Vox de convertir la comisión en una “comisión de difamación” y advirtió de que la oposición trataba de “arrastrar las instituciones democráticas por el barro”. Una idea que reiteró al finalizar la comparecencia.

El presidente negó conocer personalmente a figuras señaladas como Víctor de Aldama y afirmó que las imágenes en las que aparecía junto a él pertenecían a actos públicos y a situaciones propias de los mitines, donde se saca fotos con miles de personas, entre ellas Aldama. Sánchez también rehusó responder preguntas sobre asuntos familiares, como la vivienda de su hermano, por considerarlas “ajenas al objeto de la comisión”.

 

 

Finanzas, legalidad y duros reproches políticos

En materia de financiación, Sánchez defendió que todas las operaciones en Ferraz se realizan conforme a la legalidad vigente. Acusó al PP de actuar con una doble moral en materia de financiación y destacó la entrega inmediata a la Fiscalía del pendrive con información sobre la trama de hidrocarburos. Además, negó conocer el contenido detallado del dispositivo, subrayando que el asunto se encuentra bajo investigación judicial. Todo, junto a las constantes negativas a las acusaciones sobre la supuesta financiación ilegal del PSOE, que según el presidente del Gobierno no existe, ya que todo va acompañado de facturas.

Respecto a la exmilitante Leire Díez, supuestamente involucrada en un plan para desacreditar organismos judiciales, Sánchez aseguró que no ha trabajado para el PSOE ni ha tenido relación con el partido.

Sánchez sale "contento" del Senado

Al término de la comparecencia en el Senado, Pedro Sánchez no escondió su satisfacción. "Yo estoy contento y muy satisfecho", fueron sus palabras tras más de cinco horas de intenso interrogatorio. Durante su salida, cada vez que se le preguntaba sobre su intervención, el presidente reiteraba su satisfacción con su actuación. "Otros seguro que no", remachó, aludiendo a la oposición y a la presión política a la que fue sometido durante la jornada. Esta actitud desafiante y confiada contrastaba con el ambiente crispado que había marcado la sesión, mostrando un Sánchez decidido a defender su imagen y la de su Gobierno, a pesar de las acusaciones cruzadas y las tensiones vividas en el Senado.

Más que una sesión de control, la jornada se convirtió en un reflejo del clima político de España: dividido, emocional y marcado por la polarización y crispación general.

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