Los 3.500 policías nacionales destinados en Catalunya, objetivos del independentismo

La delegación de las responsabilidades relacionadas con la migración y las fronteras ha tenido un impacto significativo en la estructura de la Policía Nacional en Catalunya, ya que esta decisión incluye una reducción en las funciones que tradicionalmente desempeña en la región catalana. De esta forma, el pacto entre Junts y PSOE ha dejado sin una competencia importante a los 3.423 agentes destinados en Catalunya, según datos de Vozpópuli. 

Entre las funciones de la Policía Nacional de Catalunya, se encuentra la gestión de asuntos migratorios y fronterizos. A estas tareas se suman la tramitación de documentos oficiales, como el DNI o pasaportes, además de la protección de edificios cruciales para la Administración estatal. En situaciones excepcionales, colaboran con los Mossos d'Esquadra en cuestiones de orden público, especialmente durante las principales protestas que han sacudido la región en los últimos años.

Sin embargo, tras el acuerdo entre el PSOE y Junts, se prevé un significativo recorte en las funciones desempeñadas por la Policía Nacional en la comunidad catalana. En caso de llevarse a cabo, esto resultaría en una reducción correspondiente de los efectivos desplegados en la región.

De la 3.423 agentes en Catalunya, se distribuyen de la siguiente forma: 2.578 en la provincia de Barcelona, 352 en Girona, 180 en Lleida y 313 en Tarragona.

Hay que tener encuenta que la transferencia de competencias migratorias depende de varios aspectos. Según el artículo 149 de la Constitución Española, "el Estado tiene competencia exclusiva" en materias relacionadas con la “nacionalidad, inmigración, emigración, extranjería y derecho de asilo”. Sin embargo, en el 150.2 se especifica que el Estado "podrá transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal". Así, el PSOE necesitaría alcanzar una nueva mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados para aprobar la transferencia.

Además, los partidos independentistas tendrían que llegar a un acuerdo para asumir esta competencia. ERC es quien manda en Catalunya, y Oriol Junqueras ha dejado claro su recelo con poner el foco en políticas migratorias.