Catalunya necesita 500 ME de los fondos europeos para ampliar la desalinizadora de Tordera y la construccion de la de Foix
La reunión entre la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfica, Teresa Ribera y el Conseller de Acción Climática de la Generalitat ha servido para poner sobre la mesa la necesidad de darle una solución más definitiva a la escasez de agua en Catalunya
Ambos gobiernos están buscando que los recursos hídricos en Catalunya ante la sequía sean más estables y de ahí que en la rueda de prensa han abordado la ampliación de la desalinizadora de la Tordera (Girona) y la construcción de la del Foix (Barcelona) con 500 millones de euros a través de fondos europeos.
ASÍ FUNCIONA UNA DESALINIZADORA
Una planta desalinizadora bombea agua del mar, que pasa por unos filtros para eliminar impurezas y sedimentos. Posteriormente pasa a alta presión por cilindros con membranas de ósmosis inversa y, una vez clorada y repuestos los minerales el agua ya puede destinarse al consumo y al regadío. Y el sobrante suele devolverse al mar.
Además de la gran cantidad de energía que requiere el proceso, pese a que la tecnología ha avanzado mucho, un impacto de estas plantas es la salmuera que se genera en el proceso de tratamiento del agua ya que al devolverla al mar aumenta la temperatura de este y reduce el oxígeno, lo que afecta a las comunidades marinas. Diferentes estudios señalan que por cada litro de agua potable producido por las desalinizadoras se genera una media de 1,5 litros de salmuera.
Sin embargo esa salmuera también puede aprovecharse en acuicultura, para el riego de especies tolerantes a la sal, generar electricidad e incluso para recuperar productos como magnesio, yeso, calcio, potasio, cloro, litio e incluso uranio. Incluso para cultivar el suplemento dietético espirulina, producido a partir de microalgas o hasta para elaborar zumos concentrados.
LA AMPLIACIÓN DE LA DESALINIZADORA DE TORDERA GARANTIZARÁ EL SUMINISTRO DE AGUA EN EL MARESME
La desalinizadora de Tordera fue inaugurada en 2002 y ubicada en el término municipal de Blanes y es la primera desalinizadora de Catalunya. Su construcción tenía dos objetivos: por un lado, garantizar el buen estado del acuífero de la Tordera a fin de garantizar la calidad de su agua y evitar su sobreexplotación, y por otro lado, garantizar el suministro a diversos municipios del Maresme norte y del sur de la Selva, zonas muy turisticas donde el aumento del consumo de agua es cíclico en épocas estivales principalemnte al doblar sus poblaciones.
Inicialmente, la desalinizadora de la Tordera se concibió para producir hasta 10 hm3 de agua. La sequía de los años 2007 y 2008 aceleró la decisión de ampliarla para duplicar su capacidad hasta 20 hm3. El objetivo era poder aportar más agua al área metropolitana de Barcelona a través de la conexión con la potabilizadora del Ter de Cardedeu y reducir así las extracciones del río Ter. Algo que permitirian los fondos Next Generation si finalmente se destina a este fin.
NUEVA DESALINIZADORA EN FOIX PARA ABASTECER El TARRAGONÉS
La situación de sequía ha desempolvaba también con la visita de la Ministra un proyecto que planteado desde hace años y que pasa por una nueva desalinizadora que palie la falta de agua que se prevé de manera constante en Tarragona.
Pese que municipios de la demarcación ya han tenido que recurrir a cubas, la zona regada por la canalización del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) no tiene un riesgo extremo pero ya se apunta a la exigencia de ser responsables con el consumo.
La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha decidido retomar el proyecto de la planta desalinizadora del Foix, prevista para entre Cunit y Cubelles para e el periodo 2022-2027. Esa instalación debe dar servicio a las canalizaciones del CAT (Tarragona) y también a las del Ter-Llobregat (Barcelona).
Se pretende que tenga una capacidad para producir 20 hm3 similiar a la capacidad actual de la de Tordera. Está por ver la ubicación exacta aunque sí que estaría en ese límite de provincias de Tarragona y Barcelona para poder inyectar agua en ambos sentidos en función de las necesidades de cada área.
En 2007 se anunció la intención de crear una desalinizadora, pero que nunca llegó a construirse. Sin embargo siempre ha sido un proyecto pendiente ante el temor de que la falta de lluvias y la sequía se intensificase.
LA DESALINIZADORA DEL PRAT INSUFICIENTE FRENTE AL INCREMNENTO DE POBLACIÓN DE CATALUNYA
En verano de 2009 entró en servicio la desalinizadora del Llobregat, la más grande de Europa para el abastecimiento urbano. Esto ha permitido incrementar la garantía y la disponibilidad de agua en el área metropolitana de Barcelona y en las comarcas del Penedès, el Baix Llobregat, la Anoia, el Garraf, el Barcelonès, el Vallès Occidental, el Vallès Oriental y el Maresme. Esta instalación puede dar servicio a 4,5 millones de habitantes y produce hasta 60 hm3/año de agua.
Cabe recordar que actualmente Catalunya cerró junio de 2023 con una población de 7.970.295 personas, lo que supone un incremento de 133.746 habitantes con respecto al 2022, en el que la población fue de 7.836.549 personas. Con este crecimiento de población se hace necesario prensar en la creación de nuevas infraestructuras hídricas que garanticen la resiliencia del sistema frente a una situación de sequía consecuencia del cambio climático. No depender de la lluvia se ha convertido así en el objetivo principal de quienes miran más allá de lo conyuntural.
LA INTERCONEXIÓN CON EL EBRO AUMENTARÍA LA RESILENCIA HÍDRICA
BARCELONA NECESITA SOLUCIONES ESTABLES
Este lunes el presidente del grupo del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Dani Sirera, le ha pedido al alcalde, Jaume Collboni, que trabaje para que las obras de interconexión con el Ebro, que se iniciaron en el 2008, terminen de una vez por todas para proceder al trasvase de agua.
En este sentido, Sirera también ha señalado que “se debe seguir avanzando en la regeneración y desalinización de agua para evitar que esto vuelva a suceder”.
El dirigente popular ha denunciado que “Barcelona se encuentra en esta situación por la mala gestión del gobierno de la Generalitat y por la inacción del Ayuntamiento que no ha sido capaz de priorizar las necesidades básicas de la ciudad, y dar soluciones a las crisis hídricas que estamos viviendo”.
Dani Sirera ha defendido que “actuar desde la inmediatez, como está haciendo Collboni, no es bueno para la ciudad. El Ayuntamiento tiene que plantear soluciones a corto y medio plazo para paliar los efectos del cambio climático, y en consecuencia, de la sequía”. Y ha declarado que “si se hubieran adoptado las medidas cuando tocaban, ahora no estaríamos así”.
Sirera ha destacado que “la declaración de situación de emergencia por sequía que hay en Catalunya pone en riesgo el turismo de este verano. El sector hotelero ya ha advertido que ante la incertidumbre que se avecina, el cliente intentará elegir otro destino en el que pueda tener acceso a una piscina”.
Además, ha apuntado “el turismo representa el 15% del PIB de la ciudad, por lo que tenemos que aplicar políticas hídricas que no afecten a esta parte fundamental de Barcelona”.
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