Estas sencillas acciones ayudan a prevenir paros cardíacos súbitos
Son una de las principales causas de muerte a nivel global, caracterizado por su alta tasa de mortalidad y su aparición impredecible
El paro cardíaco súbito (SCA) es una de las principales causas de muerte a nivel global, caracterizado por su alta tasa de mortalidad y su aparición impredecible. A pesar de los avances en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, el paro cardíaco súbito sigue representando un reto signicativo para la salud pública.
Diversos factores de riesgo han sido identicados en estudios anteriores, como enfermedades cardíacas preexistentes, hipertensión y estilos de vida poco saludables. Sin embargo, la comprensión de los factores menos evidentes que podrían contribuir a la incidencia sigue siendo limitada.
El 40% de los casos, evitables
Según el estudio, al eliminar un tercio de los factores de riesgo más importantes (eliminación conservadora) se podría prevenir el 40% de los casos de paro cardíaco súbito; cifra que aumenta al 63% si se eliminan los dos tercios más graves de todos los factores de riesgo (eliminación exhaustiva).
Los hábitos de vida parecieron ser los que más contribuyeron a la prevención del paro cardíaco súbito, representando el 13% y el 18% de los casos del paro cardíaco súbito con eliminación conservadora y exhaustiva, respectivamente.
Los investigadores sorprende porque entre los factores que señalan como protectores se encuentra el consumo moderado de champán y vino blanco, al mismo nivel que una mayor ingesta de fruta o mantener un estado de ánimo positivo, controlar el peso, la presión arterial o mejorar la educación.
Hallazgos sorprendentes
- Consumo de alcohol: el consumo moderado de vino tinto y blanco podría tener un efecto protector contra el SCA, aunque se pide investigar más.
- Actividad física regular: la participación en actividad física moderada a vigorosa se asoció con un menor riesgo de paros cardíacos repentinos.
- Sueño: la duración de sueño tanto insuficiente como excesiva se vinculó con un mayor riesgo de paros cardíacos repentinos, sugiriendo que los patrones de sueño desfavorables pueden contribuir al desarrollo de esta condición.
- Educación y nivel socioeconómico: el estudio reveló que un nivel educativo más alto y un nivel socioeconómico más alto podrían proteger contra paros cardíacos repentinos.
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