Saltos al agua que pueden cambiarte la vida: se disparan las lesiones medulares en Catalunya
Las lesiones medulares por zambullidas aumentan mientras disminuyen las provocadas por accidentes de tráfico
Cada verano se repiten los saltos temerarios al mar o a los ríos. Son momentos de euforia y adrenalina que pueden acabar en tragedia: una lesión medular. A veces el daño lo causa una piedra o la arena; otras, simplemente el impacto contra el agua, que desde cierta altura puede comportarse como una superficie tan dura como el hormigón.
Desde el Hospital Vall d’Hebron, centro de referencia en este tipo de lesiones, alertan sobre el incremento de los casos. Cada año atienden de media a 90 pacientes con lesiones medulares, cinco de las cuales son provocadas por zambullidas. Este año, antes incluso del inicio oficial de la temporada estival, ya han tratado dos casos.
Disminuyen las lesiones por accidentes de tráfico
Según los datos del centro, estas lesiones por saltos mal calculados están en aumento, mientras que las causadas por accidentes de tráfico —hasta hace poco las más comunes— han disminuido. Por eso, los profesionales sanitarios insisten en no asumir riesgos innecesarios.
Una vez producida la lesión, es fundamental actuar con rapidez: operar cuanto antes y comenzar la rehabilitación tan pronto como el paciente esté estable. En muchos casos, esta se inicia en la misma UCI con sesiones de fisioterapia para recuperar la movilidad y terapia ocupacional para reaprender actividades básicas del día a día.
Con el objetivo de ofrecer un tratamiento más completo, la Vall d’Hebron ha inaugurado un nuevo espacio terapéutico de 257 metros cuadrados, que duplica el tamaño del anterior gimnasio y combina la rehabilitación física con la terapia ocupacional.
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