Petición de apoyo para salvar el ojo de un periodista peruano en Barcelona
Marco Antonio Ramón Huarato recibió por parte de la policía unos disparos con perdigones de plomo hace cinco años, y todavía necesita tratárselo para no perder el ojo

El Centro de Información de Trabajadores Extranjeros (CITE) de CCOO de Catalunya pide apoyo para conseguir que un periodista peruano pueda operarse en Cataluña y salvar la visión de uno de sus ojos , que resultó malherido en enero de 2017 después de un disparo de la policía del país sudamericano.
Hace cinco años, el fotoperiodista Marco Antonio Ramón Huarato se encontraba en Perú, cubriendo la violenta represión policial contra un grupo de vecinos que protestaba por la subida de los peajes en el norte de Lima. Marco, que en ese momento estaba de prácticas en el diario "Perú21", recibió una serie de perdigones de plomo por parte de la policía, y uno de ellos le atravesó el ojo izquierdo.
El problema radica en que, como estaba de prácticas, no tenía seguro de accidente. "Perú 21" es un medio que pertenece al grupo El Comercio , el cual monopoliza más del 80% del mercado de la comunicación en el país. Como Huarato no debería haber ido a cubrir este incidente por no tener seguro, el grupo comunicativo silenció el episodio.
El fotoperiodista no recibió la atención sanitaria requerida, por lo que el glaucoma secundario originado por el disparo provocó que Marco Antonio pierda más del 70% de la visión del ojo herido.
En 2019 debía ser operado por tercer golpe del ojo. Como el grupo El Comercio le dijo que él tenía que pagarse la operación, decidió (recomendado por los médicos peruanos) acudir al Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona. Necesitaba estar en Barcelona para llevar un control rutinario del ojo, pero como no tenía un permiso de residencia, tuvo que volver a Perú. Al inicio de la pandemia fue despedido por el grupo El Comercio.
En 2021 tuvo que salir del país debido a la persecución policial que estaba sufriendo, todo como represalia por lograr pruebas gráficas del presunto asesinato de dos estudiantes que fueron atacados por la policía con perdigones de plomo similares a los de él. Ese mismo año, el gobierno de los Países Bajos y la ONG Justice & Peace le acogieron durante tres meses, pero después tuvo que marcharse.
Finalmente, en 2022 regresó a Barcelona para ser operado, pero necesita permanecer en la ciudad Condal para que puedan hacerle un tratamiento y seguir su caso de cerca. IMO se ha ofrecido a ayudarle a nivel económico, pero no pueden hacerlo si el periodista no tiene la autorización de residencia. El Colegio de Periodistas de Cataluña, por su parte, envió una carta a Secretaría de Estado de Migraciones sobre este caso, alegando que "apoya la solicitud de residencia por razones humanitarias de Marco Antonio Ramón Huarato, conocido como Atoq, y rogamos concederle ese derecho a un activista por los derechos humanos y las libertades".
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