Ribera visitó la zona el pasado jueves 9 e hizo estas declaraciones desde el lugar donde se ha trabajado durante 15 años para eliminar la contaminación de metales pesados, derivados del cloro y contaminantes orgánicos en agua y lodos, con una inversión de unos 150 millones de euros.
Entre 1988 y 1993 y en los años anteriores a la legislación ambiental, la empresa Ercros (anteriormente Erquímia) acumuló entre 550.000 y 700.000 metros cúbicos de residuos peligrosos en la orilla del pantano, y en 2010 se construyó la barrera para aislar los lodos tóxicos del curso del río Ebro.
La ministra quiso destacar la cooperación entre Gobierno, Generalitat y el Ayuntamiento de la localidad para llevar a cabo los trabajos y ha explicado que la retirada de las placas se hará "muy poco a poco" para comprobar que la calidad del agua cumple los parámetros y que no haya, en sus palabras, ninguna sorpresa en la mezcla de las dos aguas.
Preguntada sobre la aportación de sedimentos al Delta del Ebro, Ribera dijo que "se ha trabajado con mucha seriedad" para que las aportaciones no supongan un riesgo añadido. "El buen estado del Delta depende de una vigilancia y acompañamiento constante pero prudente", apuntó, añadiendo que no es posible hacer intervenciones agresivas que puedan afectar a la evolución natural de la zona.
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