El temporal provoca que las playas pierdan entre 20 y 40 metros de ancho
Las pérdidas de anchura más graves se han producido en las playas de las Barcas de Montgat y en la Nova Mar Bella de Barcelona

Las playas de la región metropolitana de Barcelona más afectadas han perdido entre 20 y 40 metros de ancho en tan sólo un mes. La reducción de superficie ha ido acompañada de una gran reducción de volumen: en la mayoría de estos casos el mar se ha llevado arena y se ha producido un talud de entre 2 y 3 metros de altura . Éste es el resultado principal del informe de seguimiento que el AMB hace mensualmente sobre el registro de anchura de todas las playas metropolitanas para optimizar su gestión integral.
Las pérdidas de anchura más graves se han producido en las playas de las Barcas de Montgat y en la Nova Mar Bella de Barcelona. Se trata de las afectaciones más importantes de los últimos 30 años . En el caso de Montgat, desde que se construyó el espigón en 1980, y en cuanto a la playa de la Nova Mar Bella, desde que se hizo la playa en 1992.
Los sucesivos temporales Aline, Bernard, Ciaran y Domingos provocaron una configuración atípica en el litoral metropolitano, con vientos de garbí (suroeste) y oleaje de hasta 4,5 metros de altura . Esta situación sacudió a la banda de poniente de muchas playas, que es la que se encuentra más encarada o perpendicular al flujo de vientos dominantes. En cambio, en el lado de levante de algunas playas se ha detectado un incremento de la anchura debido a la sobreacumulación de arena derivada de los vientos del suroeste, a barlovento de algunos espigones.
El incremento de la frecuencia de los temporales en este caso, junto con la fragilidad de las playas, implica un aumento de fluctuaciones repentinas de la anchura, que hacen más vulnerables estos espacios naturales.
El informe se ha realizado comparando las medidas de anchura de las playas hechas con GPS en dos momentos diferentes: mediados de octubre y entre el 6 y el 15 de noviembre, para captar la sacudida que han dejado los temporales.
Cabe esperar que parte de esta pérdida de anchura se pueda regenerar de forma natural gracias a la dinámica del fondo marino del litoral catalán , con flujo de noreste a suroeste que va transportando los sedimentos de las desembocaduras de los ríos. Sin embargo, la situación extrema de sequía también implica menos aporte natural de sedimentos en el mar debido a la disminución de los caudales del Llobregat, el Besòs y la Tordera , que son los tres ejes fluviales que alimentan los sedimentos en el litoral metropolitano. Tal y como el AMB ha explicado en los resultados de los estudios previos del litoral metropolitano, la existencia de infraestructuras en el litoral impide o disminuye la llegada de sedimentos: en el caso de la Tordera, las arenas quedan atrapadas por los puertos del Maresme , mientras que en el caso del Llobregat, el espigón sur del río provoca una desconexión sedimentaria entre el eje fluvial y las playas.
Dani Palacios, jefe del Servicio de Playas del AMB, pronostica que la recuperación natural de la pendiente y la anchura de las playas podría ser más lenta de lo habitual. "Nos enfrentamos a cambios repentinos (como en este caso) derivados del cambio climático, lo que hace más difícil prever su evolución y planificar las actuaciones en playas" , apunta.
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