Revolución hídrica en Catalunya: el 70% del agua será de origen 'no convencional' en 2030
El Govern apuesta por la regeneración y desalinización del agua para afrontar la sequía
La Generalitat de Catalunya ha presentado el proyecto AIGUANEIX, una iniciativa pionera que transformará la gestión del agua en la región. Para 2030, el 70% del agua utilizada en Catalunya procederá de fuentes "no convencionales", como la regeneración de aguas residuales y la desalinización.
Un cambio estructural para garantizar el suministro de agua
La consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque, explicó durante la presentación del proyecto en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Roses que "no podemos hacer que llueva, pero podemos gestionar mejor el agua disponible". Catalunya enfrenta una sequía persistente desde 2021, lo que ha llevado al Gobierno a adoptar estrategias innovadoras para garantizar el suministro hídrico.
AIGUANEIX: el futuro de la regeneración del agua
El proyecto AIGUANEIX busca convertir el agua residual en agua potable mediante un proceso de purificación avanzado. En lugar de verter el agua al mar, esta será tratada para recargar los acuíferos y mejorar la autosuficiencia hídrica de la Costa Brava norte.
La planta piloto, ubicada en Roses y gestionada por Agbar, ha iniciado una fase experimental de 18 meses en la que se evaluará la efectividad del proceso. Tecnologías como la osmosis inversa, la ultrafiltración y la desinfección con luz ultravioleta permitirán garantizar la calidad del agua tratada.
Hacia un modelo de gestión circular del agua
El presidente de la Diputación de Girona, Miquel Noguer, anunció que la siguiente fase del proyecto se desarrollará en Llançà, donde se construirá una estación de purificación de agua a gran escala. "Estamos alineados con la Generalitat para impulsar una gestión circular del agua que garantice la sostenibilidad del recurso", aseguró Noguer.
Con una inversión de 1,2 millones de euros, el proyecto cuenta con el respaldo de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), que ha aportado 300.000 euros. Se espera que AIGUANEIX se convierta en un modelo replicable en otras zonas del Mediterráneo afectadas por el cambio climático y la escasez de agua.
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