Crecen las llamadas de menores al 061 por riesgo de suicidio: el sufrimiento ya no se oculta

El teléfono de prevención del suicidio del 061 Salut Respon atendió en 2024 un total de 10.840 personas en situación de riesgo, unas 30 al día. De ellas, 1.164 eran menores de edad, lo que representa el 10,7% del total y un 14% más que en 2023. 

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Call Cente
Central 061 - Archivo- Europa Press

 

Este aumento no implica necesariamente más intentos suicidas entre jóvenes, pero sí un mayor conocimiento del servicio y más disposición a pedir ayuda en edades tempranas, según el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM).

Desde el punto de vista clínico, esta tendencia puede verse como una ventana de intervención. A mayor visibilidad del sufrimiento, mayor posibilidad de prevenir situaciones críticas. El teléfono está concebido precisamente para eso: para ofrecer apoyo inmediato antes de que el malestar escale.

Un recurso único en Europa

La Mesa de Prevención del Suicidio del 061, creada en 2022 como parte del Plan de Prevención del Suicidio de Catalunya (PLAPRESC), está operativa las 24 horas, todos los días del año. A diferencia de otras líneas, esta es atendida por profesionales sanitarios especializados en prevención del suicidio, médicos, psicólogos y enfermeras, que trabajan dentro del sistema público de salud. Esta integración permite un acceso directo a la historia clínica del paciente y la activación de recursos presenciales en tiempo real si la situación lo requiere.

De hecho, en 2024, el 10% de las llamadas terminaron con la movilización de un recurso presencial, ya fuera una ambulancia o una intervención psicológica urgente.

Las cifras crecen, pero también la conciencia

En total, el SEM gestionó 17.172 consultas no presenciales relacionadas con riesgo de suicidio durante 2024, de las cuales 10.840 fueron asumidas directamente por la Mesa de Prevención. Las demás se atendieron desde la Central de Coordinación Sanitaria, encargada de emergencias inmediatas.

Desde la implementación del PLAPRESC, las tentativas de suicidio casi se han duplicado en Catalunya: de 2.092 casos únicos en 2016 a 3.850 en 2023. No se trata solo de números, sino de vidas suspendidas en un momento de sufrimiento extremo. Y, aunque las causas del suicidio son siempre multifactoriales, los expertos coinciden en que la pandemia de la covid-19 supuso un punto de inflexión para la salud mental de la población.

Las mujeres llaman más; los hombres, en peor estado

El análisis por género y edad revela otros patrones importantes: el 60% de las personas que piden ayuda son mujeres, y el 40% hombres. Esto puede reflejar una mayor disposición femenina a buscar apoyo emocional. También confirma lo que muchos profesionales vemos a diario: los hombres tienden a pedir ayuda más tarde, cuando el sufrimiento ya es muy elevado.

La franja de edad con más llamadas al 061 es la de 41 a 65 años, con más de 4.500 consultas. Una etapa vital muchas veces invisibilizada, en la que confluyen cargas familiares, laborales, económicas y, a menudo, pérdidas afectivas o de salud.

El silencio no protege, el silencio mata

Desde asociaciones como Después del Suicidio – Asociación de Supervivientes, formadas por familiares de personas fallecidas, se insiste en un mensaje clave: “Nada desaparece por no hablar de ello. Al contrario: el silencio mata”. Aún hoy, el suicidio sigue siendo un tema tabú en muchos entornos, lo que impide prevenirlo adecuadamente. Hablar con naturalidad sobre sufrimiento emocional no incita al suicidio, lo previene.

En este sentido, los esfuerzos institucionales también se han centrado en formaciones, campañas y guías de actuación, especialmente dirigidas a entornos educativos, sanitarios y familiares.

Más recursos para jóvenes vulnerables

El aumento de llamadas de menores ha coincidido con campañas específicas dirigidas a adolescentes y jóvenes, uno de los colectivos más vulnerables. Además, se han abierto nuevos canales de atención, como el chat de Soporte Emocional para Jóvenes y la aplicación Obro Feel, que buscan adaptarse a los formatos de comunicación que este grupo prefiere.

La entidad DSAS también ha puesto en marcha, en 2024, un grupo de apoyo específico para jóvenes supervivientes, que han perdido a alguien por suicidio o que atraviesan pensamientos persistentes de muerte.

Voluntarios que salvan vidas desde casa

Además del 061, existe un segundo recurso: el Teléfono de Prevención del Suicidio 900 925 555, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación Ayuda y Esperanza. Este canal, gratuito y confidencial, es atendido por personas voluntarias formadas, que escuchan desde sus propios hogares y activan emergencias cuando es necesario.

En 2024 gestionaron 4.014 llamadas, un 2,5% más que el año anterior, y en 12 casos fue necesaria la intervención de servicios de emergencia. Cèlia, una de las voluntarias, resume así su labor: “A veces basta con que alguien le abra una rendija de luz a quien solo ve oscuridad”.

Un reto de salud pública que no admite pausas

Desde 2021, Catalunya cuenta con un plan específico y dotación presupuestaria para prevenir el suicidio, algo inédito hasta entonces. Su coordinador, Diego Palao, insiste en que no se trata de un problema de voluntad individual, sino de un reto de salud pública que requiere estructuras estables, recursos humanos formados y continuidad en el tiempo.

Prevenir el suicidio no es solo intervenir en el momento crítico. Es acompañar antes, durante y después. Es hablar sin miedo. Es formar a quienes cuidan. Es dejar claro que si estás sufriendo, no estás solo.

Más jóvenes piden ayuda: un 14% más que el año anterior

El teléfono de prevención del suicidio del 061 Salut Respon atendió en 2024 un total de 10.840 personas en situación de riesgo, unas 30 al día. De ellas, 1.164 eran menores de edad, lo que representa el 10,7% del total y un 14% más que en 2023. Este aumento no implica necesariamente más intentos suicidas entre jóvenes, pero sí un mayor conocimiento del servicio y más disposición a pedir ayuda en edades tempranas, según el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM).

Desde el punto de vista clínico, esta tendencia puede verse como una ventana de intervención. A mayor visibilidad del sufrimiento, mayor posibilidad de prevenir situaciones críticas.

¿Por qué aumentan las llamadas?

El crecimiento de consultas responde a diversos factores que no siempre reflejan un aumento de intentos suicidas, sino un cambio positivo en la percepción social del sufrimiento emocional. Según los expertos, entre las razones destacan:

Mayor conciencia colectiva sobre salud mental, especialmente tras la pandemia.

Campañas de prevención y sensibilización, dirigidas sobre todo a jóvenes y familias.

Mayor visibilidad de los recursos de ayuda, como el 061 o líneas de soporte emocional.

Menor estigma al hablar de suicidio o pedir ayuda.

Según Diego Palao, psiquiatra y coordinador del Plan de Prevención del Suicidio de Catalunya (PLAPRESC), “la gente consulta más antes de que el sufrimiento se agrave”. Para los profesionales, este es un indicador de acceso temprano a los servicios de prevención.

¿Quién llama más al 061 por riesgo de suicidio?

El análisis demográfico del servicio permite identificar algunos perfiles prevalentes entre quienes solicitan ayuda:

60% de las llamadas son de mujeres. Buscan más ayuda, lo que no implica necesariamente mayor sufrimiento, sino una mayor disposición a verbalizarlo.

40% de las llamadas son de hombres, pero los expertos indican que a menudo llaman en etapas más críticas o con síntomas más intensos, posiblemente por los estigmas culturales que dificultan pedir apoyo emocional.

El grupo de edad con más llamadas es de 41 a 65 años, con más de 4.500 consultas. Esta franja reúne una alta carga emocional, laboral y social, y suele ser poco visible en campañas dirigidas a salud mental.

Las llamadas de menores representan el 10,7%, pero su aumento ha sido significativo. Se atribuye en gran parte a campañas escolares, acciones en redes sociales y nuevas herramientas como chats o apps de apoyo emocional.

Un recurso único en Europa

La Mesa de Prevención del Suicidio del 061, creada en 2022 como parte del Plan de Prevención del Suicidio de Catalunya (PLAPRESC), está operativa las 24 horas, todos los días del año. A diferencia de otras líneas, esta es atendida por profesionales sanitarios especializados en prevención del suicidio —médicos, psicólogos y enfermeras— que trabajan dentro del sistema público de salud. Esta integración permite un acceso directo a la historia clínica del paciente y la activación de recursos presenciales en tiempo real si la situación lo requiere.

En 2024, el 10% de las llamadas terminó en una actuación presencial.

El silencio no protege, el silencio mata

Desde asociaciones como Después del Suicidio – Asociación de Supervivientes, formadas por familiares de personas fallecidas, se insiste en un mensaje clave: “Nada desaparece por no hablar de ello. Al contrario: el silencio mata”. Aún hoy, el suicidio sigue siendo un tema tabú en muchos entornos, lo que impide prevenirlo adecuadamente. Hablar con naturalidad sobre sufrimiento emocional no incita al suicidio, lo previene.

 

 

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