El catalán pierde 280.000 hablantes habituales en solo quince años
El informe sobre el uso del catalán se ha convertido en una pieza clave para entender los desafíos actuales y futuros del catalán
El uso habitual del catalán ha sufrido una bajada preocupante en los últimos años. Según el informe Un marco sociolingüístico igualitario para la lengua catalana, entre los años 2003 y 2018 el número de hablantes habituales se ha reducido en 280.000 personas. Esto representa una caída de 7,4 puntos porcentuales, pasando del 48,5% de la población al 41,1%. El estudio ha sido elaborado por un equipo de siete expertos independientes bajo la coordinación de Isidor Marí i Miquel Àngel Padilla, miembros del Instituto de Estudios Catalanes (#IEC).
El informe se ha convertido en una pieza clave para entender los desafíos actuales y futuros del catalán, y ha servido de base para el debate público y para el proceso participativo impulsado por el Pacto Nacional por la Lengua. Este debate ha permitido recoger diagnósticos compartidos y propuestas que tienen que dar forma a una nueva etapa de políticas lingüísticas centradas en la promoción y la normalización del catalán en todos los ámbitos de la sociedad.
LA NUEVA INMIGRACIÓ ES EL COMPONENTE DEMOGRÁFICO QUE HACE BAJAR EL USO DEL CATALÁN
Uno de los principales obstáculos detectados es la transmisión incompleta de la lengua a las nuevas generaciones, especialmente entre la población llegada a Cataluña las últimas décadas. A esto se añade el papel limitador del marco legislativo, que dificulta una oficialidad llena del catalán en muchos ámbitos. Estas circunstancias crean una situación de desventaja estructural para la lengua, especialmente en territorios con un fuerte componente demográfico de nueva inmigración.
El estudio también denuncia la posición de debilidad del catalán en el ámbito socioeconómico y empresarial, donde a menudo queda relegado en favor del castellano o del inglés. Además, pose de manifiesto un déficit grave en el uso del catalán en el entorno sociosanitario, hecho que supone una barrera importante para el derecho de los usuarios a ser atendidos en su lengua. Este déficit lingüístico en sectores clave contribuye a la percepción del catalán como una lengua secundaria o prescindible.
EL PACTE NACIONAL PER LA LLENGUA QUIERE POTENCIAR EL USO EN TODA LA SOCIEDAD
Todo y este panorama complejo, los autores del informe y representantes institucionales como el consejero Vila han querido enviar un mensaje de relativa tranquilidad. Según Vila, en Catalunya. “el catalán no se encuentra en una situación de amenaza de extinción inminente”, a pesar de que hay que actuar con decisión y urgencia para revertir la tendencia negativa y garantizar la vitalidad futura de la lengua.
Con el Pacto Nacional por la Lengua como horizonte, las instituciones catalanas se preparan para impulsar un conjunto de medidas estructurales e inversiones que permitan reforzar el uso social del catalán. El objetivo es asegurar que la lengua catalana no solo se mantenga viva, sino que recupere espacios de centralidad en la vida cotidiana, institucional y económica del país.
Escribe tu comentario