Los perros de la policía rural de Catalunya cobrarán jubilación
Se les reconocerá como agentes con número de identificación y protección vitalicia
Los perros del Grup Especial Caní (GEK9) del Cos d’Agents Rurals de Catalunya ya no serán considerados simples herramientas de trabajo. A partir de ahora, estos animales entrenados para rastrear fauna salvaje, detectar venenos, localizar animales muertos e incluso encontrar el origen de incendios provocados, recibirán un trato digno de su labor: tendrán jubilación, número de identificación y cobertura vitalicia por parte del Departament d’Interior.
Esta medida pionera en el Estado español equipara su estatus al del resto de agentes del cuerpo y garantiza que, una vez retirados, seguirán contando con atención veterinaria, manutención y cuidados hasta su fallecimiento. Hasta ahora, esa responsabilidad recaía exclusivamente en los guías, que los adoptaban o se hacían cargo de ellos a título personal tras su jubilación.
“Es una manera de garantizar y cuidar a quienes están al servicio del cuerpo y realizan una labor de vital importancia”, ha afirmado la consellera d’Interior, Núria Parlon, durante la presentación de la iniciativa.
La nueva política es posible gracias a la ley estatal de bienestar animal, que reconoce a los animales como seres sensibles. Así, el GEK9, compuesto por seis guías y ocho perros especializados en tareas de detección, da un paso adelante en la protección de sus miembros caninos.
Además, se otorgarán condecoraciones y homenajes a los perros jubilados. En el próximo Día dels Agents Rurals, previsto para otoño, se rendirá tributo a Tub, Trufa, Stuck y Piris, pioneros en la unidad y ya retirados del servicio.
La decisión marca un precedente en cuerpos de emergencia de todo el país y reconoce el valor insustituible de estos compañeros de cuatro patas en la protección del medio natural.
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