Tensión en el Congreso: Antonio Maestre denuncia que el ultra Ndongo lo ha agredido

Este miércoles por la mañana, el periodista Antonio Maestre ha denunciado ante la Policía una agresión por parte del agitador de ultraderecha Bertrand Ndongo, quien ha intentado impedirle el acceso al Congreso de los Diputados mediante empujones e improperios.

“Iba a entrar en el Congreso y he sufrido una agresión por parte de Bertrand Ndongo. Voy a presentar una denuncia en la policía. Así seguimos”, escribió Maestre en su perfil de X pasadas las 10:30 h.

El incidente se produce solo un día después de que el Congreso aprobara, con todos los votos a favor salvo los del PP y Vox, una iniciativa para expulsar a agitadores ultras acreditados como periodistas.

Ndongo, acreditado por Periodista Digital, persiguió a Maestre con un móvil y un micrófono por la Carrera de San Jerónimo, como muestra un vídeo editado de 90 segundos que él mismo publicó en X. En el vídeo, se escucha cómo Ndongo increpa al periodista:

“Eres muy valiente para tirar un micrófono de un chaval de 24 años. Aquí está el mío. Tíralo. Tíralo si tienes cojones. Tira el micro”.

En ese momento, Ndongo empuja a Maestre, quien responde:

“A mí no me empujes. Vuelve a empujarme. Vuelve a empujarme. Agrédeme”.

Ndongo contesta:

“Mira, te estoy empujando. Si no te voy a agredir, si no tienes fuerza”.

El altercado termina cuando dos agentes de la Policía Nacional intervienen para separarles. Ndongo continúa insultando, llamando a Maestre “pluma” y “tío mierda”.

Este no es el primer incidente protagonizado por Ndongo. En febrero, 80 periodistas acreditados en el Congreso se concentraron para denunciar el “comportamiento inaceptable” de agitadores ultras como él y Vito Quiles, cercano a Alvise Pérez y candidato en las europeas con Se Acabó la Fiesta.

Hace solo una semana, Ndongo boicoteó la rueda de prensa de la portavoz de Sumar, Verónica Barbero, interrumpiéndola sin turno de palabra y a gritos para exigir declaraciones sobre el procesamiento de Mónica Oltra.

La presencia de estos activistas acreditados como prensa, pero cuyo objetivo parece ser el acoso sistemático a informadores, ha encendido las alarmas dentro del Congreso.