Ramsés Martí: "Nos falta cultura de vincular a la sociedad con la seguridad en el agua"
CatalunyaPress entrevista al especialista en socorrismo y salvamento acuático y experto en seguridad acuática
Habéis denunciado que en la mayoría de espacios acuáticos naturales del interior de Catalunya no hay ningún tipo de servicio de vigilancia y socorrismo. ¿Hablamos de pozas, de lagos, de ríos? ¿Y de qué cantidad?
Es difícil de cuantificar y también es difícil poner medidas. Si ya hay problemas para cubrir la vigilancia a playas, porque hay ayuntamientos que no pueden cubrirlas completamente por presupuesto las playas y solo se cubren las urbanas... Cuando hablamos de espacios naturales, todavía se hace más difícil.
El que reclamamos es que hay espacios que están claramente identificados que son de gran afluencia. Incluso vemos, cada año, que se intenta intentar restringir el tráfico. ¿Por qué? Pues porque mueren de éxito.
Hay muchos espacios que ya tenemos identificados, que se anuncian por redes sociales como un reclamo para la familia por el fin de semana, otros que incluso se anuncian por los departamentos de turismo de los ayuntamientos, que son espacios que estamos publicitando, que son espacios naturales. Y estamos enviando gente. Y tienen una peligrosidad, igual que las playas. Lo que pasa es que no se cubren, no tenemos esta cultura de cubrirlos.
El que estamos reclamando es que, año tras año, vemos que se nos acumulan ahogamientos en espacios naturales, en lugares donde sí que hay afluencia, porque, repito, entendemos que no se puede cubrir al 100%, pero hay espacios que tenemos identificados y que no nos ponemos a resovler. La respuesta no es a veces posar policías en todas partes, sino posar señalización, por ejemplo. De este modo la gente, cuando acceda, sepa que entra un espacio natural que puede variar de un día para otro, que la profundidad puede cambiar, que el caudal puede aumentar, que hay un caudal presente. Entonces llegan los incidentes y esto lo llevamos arrastrando desde hace años.
El diagnóstico está claro. ¿Qué hay que hacer para cambiar la situación? Porque, obviamente, aquí estamos hablando de dos tipos de recursos que son los humanos y los materiales...
Sí, y en ambos casos tenemos que mirar el presupuesto. Sobre todo de la administración local, pero también de la autonómica. Y también hay por el medio la Agencia Catalana del Agua. Y otros que ya no son de dominio público, sino que son de una entidad privada. Entonces, muchas veces nos encontramos en un caso de el uno por el otro, la casa sin barrer.
En el caso del lago de Núria, es Ferrocarrils de la Generalitat, quien asume la seguridad. Porque tienen la gestión del Cremallera. Y tuvimos reuniones, pero siguen diciendo que la responsabilidad no es 100% suya. A pesar de que se han conseguido mejoras.
Si estuviésemos en un escenario ideal, más allá de recursos materiales y recursos humanos, entre un socorrista que trabajara en una playa o en una piscina y en un lugar como este, no habría ninguna diferencia en las funciones y en el conocimiento. Al final, no deja de ser agua. Sería el mismo.
Está claro que un socorrista tiene que reconocer el espacio donde va a trabajar. Si cambio de vehículo, tengo que adaptarme al vehículo nuevo con el que trabajo, por saber dónde es cada cosa. Las herramientas que usamos normalmente a zonas con corrientes con caudales de agua no son las mismas que las que utilizamos en una playa.
La siguiente pregunta es si existe una formación específica para los espacios naturales...
No. Existen empresas privadas que ofrecen formaciones para muchos tipos de público. También la Escuela Nacional de Protección Civil, que hace un curso de un par de días para equipos multidisciplinarios de atención en medio acuático. Pero en cuanto a las titulaciones actuales que tenemos en Catalunya, de donde salen los socorristas acuáticos, serían un grado medio de salvamento y socorrismo.
También hay cursos del SOC, en el medio natural, cada vez más porque no estaban antes. Se están introduciendo porque los expertos estamos apretando para que haya gente preparada, porque si conseguimos que alguien se ponga las pilas. Sin gente preparada no podamos hacer el trabajo.
Cada vez se está viendo más y también esperamos que no haya de haber más incidentes y que no hayamos de lamentar más muertos antes de que los ayuntamientos se den cuenta, que lo empiecen a ver. Si tienen un espacio natural a su término municipal, tienen que mirar de dónde se saca presupuesto para intentar mejorar la señalización, valorar si los fines de semana que llega más gente o en qué horario podemos posar alguna persona vigilando... Todo esto lo tienen que mirar.
También decíais que no había material flotante de ayuda. ¿Qué mínimos creéis que se tendrían que cumplir?
En las piscinas hay una normativa. Cambia en función de las autonomías, pero normalmente encuentras algún tipo de material flotante que tú puedas tirar. A las balsas también. Y las playas de nuestro país no se ven, cosa que sí que pasa en otros países. Igual que encuentras extintores y desfibriladores automáticos en equipaciones, hay elementos flotantes que puedes intentar tirar a una persona que se pueda estar ahogando mientras avisas al 112.
Y después hay el problema del vandalismo, que es el gran problema que tenemos en este país cuando instalamos cosas que se han llegado a robar y echar a perder. Cercando por el mundo he encontrado con lagos y ríos donde te encuentras unas columnas donde hay vértebras de rescate, que es un palo que se alarga a veces hasta 17 metros. Hay otros objetos que puedes tirar al agua y que se hinchan automáticamente. Y aquí esto no lo tenemos, no lo valoramos. Yo intento enseñarlo a los lugares donde voy. Porque si no, si la gente no tiene conocimiento, por lo tanto, se tendría que poner de acuerdo. Y también en las playas.
Pero nos falta esta cultura de vincular la sociedad con la seguridad al agua. De momento, si todavía no hemos conseguido que la señalización sea correcta, que los pictogramas sean los adecuados... pensar que pueda haber elementos flotantes... El primero que me dirán, y lo hacen, es que esto desaparecerá en dos días.
Alguien se lo se llevará...
Ya me lo dijeron a Núria, que han instalado una tabla de rescate que se los sirve también por si alguien queda atrapado en el hielo. Pero han valorado posar igualmente, al menos que si pasa algo no lo sé. De hecho, a veces es más el hecho de decir que, si pasa algo, que ya tenían recursos. Ellos han hecho este pensamiento.
Recogiendo el guante del que comentabas de las administraciones... ¿Estáis en contacto con ellas por estas reivindicaciones? ¿Si es así, qué feedback tenéis?
El primer problema que tenemos en nuestro país es que ni a nivel autonómico ni a nivel nacional hay una normativa sobre cómo se tienen que vigilar los espacios acuáticos.
Cuando hablamos de aguas abiertas y de aguas continentales no hay una normativa. Las playas pueden estar vigiladas de una manera totalmente distinta. Solo hay dos comunidades en España con una normativa propia, las Baleares y Canarias.
Por lo tanto, ya tenemos un problema porque cuando no se obliga por ley a hacer una cosa, nadie la hace. Después hay entidades y obviamente, sobre todo a nivel de España. La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, que aprieta mucho para intentar mejorar la seguridad en los espacios acuáticos.
Otros agentes, lo que hacen, es intentar mejorar la situación a nivel de trabajo, de condiciones laborales. Todo va ligado, porque también sale del mismo presupuesto. Por lo tanto, considero que todo el mundo, en cierto modo, hace su parte.
Hemos formado un grupo de expertos en seguridad acuática, que lo que busca es poner blanco sobre negro y decir si se están detectando carencias. Cada año tenemos un número de ahogamientos, y se hace recuento solo de los mortales. Nos perdemos muchos de aquellos que quedan ahí, que tenemos que pensar que el ahogamiento no es igual a muerte.
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