Le roban 4.000€ tras una llamada "del banco": la sofisticada estafa en la que puede caer cualquiera
Creía que solo picaban “abueletes” y acabó perdiéndolo todo: la sofisticada estafa que arrasa en España
Antonio (nombre ficticio), como muchos otros, pensaba que las estafas de suplantación de identidad solo afectaban a personas con escasos conocimientos informáticos. “Yo tenía entendido que en estas cosas caía gente con un nivel informático muy básico, pensaba que caían los abueletes”, relató en declaraciones recogidas por 20minutos. Pero todo cambió cuando él mismo fue víctima de una estafa de 'phishing' mientras caminaba por la calle.
La llamada parecía legítima: en la pantalla de su móvil aparecía el número de su banco. Al otro lado, un supuesto agente que no solo se identificó como empleado de la entidad, sino que además le facilitó información veraz sobre su cuenta, dirección y movimientos recientes. Incluso recibió mensajes a través de la app del banco, lo que le dio una falsa sensación de seguridad.
“Cuando vi que este señor se comunicaba directamente conmigo dentro de la aplicación... me dice en ese momento que yo soy el que ha matado a Manolete y me lo creo”, relató con ironía. Pero no había nada gracioso: el estafador logró vaciarle la cuenta. Cuando Antonio llegó a casa y contactó con su banco real, ya era tarde. Le habían robado 4.000 euros.
Este tipo de delitos va en aumento. Solo en 2023, las estafas informáticas —categoría en la que se incluye el phishing— alcanzaron los 427.448 casos registrados en España, según datos oficiales citados por 20minutos. Es más del doble que en 2019 y 16 veces más que en 2013.
La Policía Nacional explica que el éxito de estos timos se basa en la información obtenida de filtraciones masivas de datos en internet, a menudo vendida en la dark web. “Saben cómo te llamas, tu banco, tu dirección…”, explican desde la Unidad Central de Ciberdelincuencia.
Casos como el de Antonio no son aislados. Otro ejemplo es el de una clienta de Deutsche Bank a la que le sustrajeron miles de euros durante un fin de semana. Estos fraudes tan elaborados han llevado a abogados como Antonio Mendia a agrupar a más de 30 afectados de toda España para presentar una demanda colectiva.
En algunos casos, las víctimas pierden no solo su dinero, sino también su estabilidad emocional. “Tienes una puñetera sensación de haber sido un gilipollas”, admite Antonio. “Es un proceso del que tardas en recuperarte, seguramente, un mes y pico… estás solo porque no tienes a nadie que te diga nada”.
El banco implicado en uno de los casos, Deutsche Bank, ha evitado pronunciarse directamente al respecto alegando que el caso está en proceso judicial. Sí afirman a 20minutos que están invirtiendo “muchos recursos en la seguridad de los datos de nuestros clientes”, aunque reconocen que “hay una parte que no podemos controlar”.
La realidad es clara: nadie está a salvo. Ni la edad, ni el nivel educativo, ni la experiencia financiera sirven de escudo ante un fraude cada vez más complejo. La única defensa real, según los expertos, es la prevención, la educación digital y una buena dosis de desconfianza.
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