La iglesia católica cae a mínimos históricos: la fe se enfrenta a una crisis en España

La sociedad española experimenta un proceso de secularización profunda y sostenida, según revela la última edición de las Notas de Coyuntura Social de Funcas. La identificación con el catolicismo entre los españoles ha caído del 90% en los años 70 al 55% actual, una cifra que refleja el cambio de mentalidad de una sociedad que cada vez se siente menos vinculada a las creencias religiosas tradicionales.

Este descenso no afecta por igual a todos los grupos de edad. La ruptura generacional es evidente: mientras que en 2002 un 60% de los jóvenes de entre 18 y 29 años se identificaban como católicos, en 2024 ese porcentaje ha bajado hasta el 32%. Por el contrario, en el grupo de mayores de 70 años, la caída ha sido más moderada, pasando del 89% al 77%.

No solo un cambio generacional, sino también vital

Funcas apunta a que no solo el relevo generacional explica esta transformación. También existe una pérdida progresiva de religiosidad a lo largo de la vida. Un ejemplo claro: entre las personas nacidas entre 1943 y 1952, el 83% se identificaba como católico en 2002, cuando tenían entre 50 y 59 años. En 2024, con edades comprendidas entre los 70 y los 79 años, esa cifra se ha reducido al 73%.

En generaciones más jóvenes, el fenómeno es incluso más acusado. Quienes nacieron entre 1973 y 1984 pasaron de un 60% de identificación católica en 2002 al 42% en la actualidad, lo que apunta a una tendencia estructural más que coyuntural.

Aumento de la indiferencia religiosa

Una de las principales consecuencias de este cambio es que la pérdida de católicos no está siendo compensada por otras religiones. El espacio dejado por el catolicismo no ha sido ocupado por credos distintos, ni siquiera con la incorporación de población extranjera. Por el contrario, ha crecido notablemente el número de personas que se declaran indiferentes, agnósticas o ateas.

En cifras, el porcentaje de población que no se identifica con ninguna religión ha pasado del 22% en 2002 al 42% en 2024. Un giro que, según los expertos, redefine el panorama espiritual y cultural de España.

La práctica religiosa también cae en picado

La caída no se limita a la identificación. La práctica religiosa también ha experimentado un descenso considerable. Solo un 17% de los adultos residentes en España se declara católico practicante, es decir, asiste al menos una vez al mes a oficios religiosos. En 2002, esa cifra aún alcanzaba el 28%.

Dos indicadores evidencian este alejamiento de la religión en la vida cotidiana: la caída de los matrimonios católicos y la disminución progresiva del número de alumnos matriculados en la asignatura de religión católica en las escuelas. Ambos datos sugieren que la secularización en España no ha tocado techo y que seguirá avanzando en los próximos años.