VIDEO: Mossos y Vigilancia Aduanera intensifican la persecución contra el tráfico de drogas en Catalunya
Representantes de ambos cuerpos han asegurado que las organizaciones criminales tienen una estructura cada vez más compleja
Éxito de los operativos conjuntos de Mossos d'Esquadra y Vigilancia Aduanera. Representantes de los dos cuerpos han explicado el operativo gracias al cual se ha podido desmantelar tres organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas —principalmente marihuana y hachís— y al tráfico internacional de armas. La operación, que ha culminado con la detención de 29 personas, ha permitido intervenir droga valorada en más de 1,5 millones de euros y desarticular 11 plantaciones de marihuana en espacios interiores. 15 de los detenidos ya han ingresado en prisión.
La investigación, que ha culminado con la detención de 29 personas —15 de las cuales ya han ingresado en prisión— ha posado en evidencia la vinculación directa entre el narcotráfico y episodios de violencia, como tiroteos y amenazas, registrados en varios puntos del territorio. Uno de los casos clave fue el tiroteo a Blanes, que permitió localizar y detener uno de los principales sospechosos gracias a un seguimiento policial activo.
Las organizaciones actuaban de manera flexible y adaptativa, formando un tipo de hub criminal que operaba a escala internacional. Se trata de estructuras que cambian constantemente y que no entienden de fronteras. Catalunya, según fuentes policiales, se ha convertido en un tipo de “mercado de los encantos” de la droga a Europa, donde confluyen diferentes grupos delictivos para producir, comprar y distribuir sustancias estupefacientes.
La investigación se inició a partir del hallazgo de una plantación a Calonge, que condujo los investigadores a descubrir una colaboración entre dos organizaciones que operaban con plantaciones repartidas por todo el territorio catalán. El día central del operativo se hicieron 17 entradas simultáneas, una acción que requirió una compleja coordinación entre varios efectivos policiales, la judicatura y la fiscalía para garantizar el máximo rendimiento operativo. La causa principal es ahora en manos del juzgado de Sant Feliu de Guíxols, a pesar de que hay diligencias abiertas en otros juzgados.
En cuanto al funcionamiento interno de las organizaciones, a pesar de que se identificaban dos grupos diferenciados, las fronteras entre ellos eran difusas. El líder del entramado criminal residía en Albania, y contaba con un equipo intermediario en Catalunya que se encargaba de la operativa logística, como por ejemplo el alquiler de las fincas. Por debajo había responsables de la logística y, en el peldaño más bajo, los jardineros, también procedentes mayoritariamente de Albania.
Los miembros cobraban según el rendimiento de las plantaciones, con un sistema de incentivos similar al de una empresa legal. De hecho, se buscaba optimizar beneficios y reducir gastos, hasta el punto que un trabajador fue despedido por carencia de iniciativa. Jefe de los investigados había trabajado nunca en actividades legales en Catalunya.
Actualmente, se investiga el sistema de blanqueo de capitales utilizado por las organizaciones. Se han abierto dos líneas de investigación, a pesar de que las primeras pruebas apuntan que buena parte de los beneficios eran enviados en efectivo hacia Albania, aprovechando el alta movilidad de los integrantes.
Desde la policía catalana, se destaca la importancia creciente de la colaboración internacional en este tipo de operativos, especialmente con las fuerzas de seguridad de Francia y otros cuerpos del Estado, que han permitido avanzar en eficacia y contundencia. “Hace años, estos recursos eran excepcionales. Ahora son nuestro día a día”, han afirmado fuentes policiales.
El otro operativo
La investigación se puso en marcha el diciembre de 2023, cuando agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra detuvieron dos hombres de nacionalidad francesa. Durante el cacheo, se los intervinieron varias armas de fuego empaquetadas cómo si fueran nuevas, hecho que abrió una línea de investigación centrada en un posible caso de tráfico de armas.
A principios de 2025, la policía pudo confirmar que los destinatarios de estas armas se encontraban en Catalunya y que estaban vinculados a una organización criminal dedicada principalmente al tráfico de drogas. La organización, de estructura consolidada, operaba con varias sustancias —especialmente marihuana y hachís— y enviaba la droga hacia Francia a través de dos métodos principales: vehículos y paquetería.
El centro logístico del entramado estaba ubicado en una casa situada en una zona remota de Cubelles, desde donde se organizaban los envíos a través de la autopista AP-7. En total, se calcula que se realizaron más de 50 envíos, de los cuales algunos pudieron ser interceptados por la policía.
La organización tenía capacitado para producir marihuana en plantaciones propias y, además, adquiría parto de la mercancía a otros grupos criminales. En cuanto al hachís, mantenían contactos con redes suministradoras, y todo apunta que podrían haber llevado a cabo narcoassalts para obtener parte de la droga, a pesar de que este extremo todavía no ha podido ser confirmado con pruebas concluyentes.
El día de los cacheos, la policía desplegó más de 20 dispositivos de geolocalización para hacer el seguimiento de vehículos otros grupos objetivo, a los cuales presuntamente querían robar.
En relación con las armas intervenidas, los análisis balísticos revelaron que se trataba de armas de fogueig manipuladas para poder disparar munición real. Además, se los había borrado el número de serie, hecho que dificultaba enormemente la trazabilidad. Se constató que estas armas provenían de Francia, y no habían sido fabricadas en Catalunya.
A día de hoy, se ha conseguido desarticular la rama catalana de la organización, concretamente la parte encargada de recibir y gestionar las armas.
La valoración total de la droga intervenida en esta operación se acerca a los 100.000 euros. En total se han detenido 11 personas: cinco de ellas sin antecedentes penales y seis con antecedentes.
Las autoridades han destacado el papel fundamental de la colaboración con la policía francesa, que ha sido clave para el buen desarrollo de la investigación y para desmantelar esta red transnacional.
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