ASJUBI40 impulsa cambios en Catalunya para frenar recortes en pensiones. ¿Qué sigue ahora?
La Asociación por una Jubilación Anticipada sin Penalización con 40 años cotizados, nació en Catalunya y lidera una lucha estatal. En Catalunya ha apoyado a miles de personas con pensiones injustamente recortadas, devolviéndoles esperanza y voz.
En un país donde las reformas a menudo se redactan de espaldas a la realidad social y las estadísticas tienden a silenciar las trayectorias de vida, Catalunya vuelve a situarse en primera línea de una lucha por la dignidad y la justicia. La encabeza ASJUBI40, una asociación estatal que ha conseguido llevar al centro del debate político una reivindicación tan concreta como urgente: eliminar las penalizaciones que sufren quienes se jubilan anticipadamente tras más de 40 años cotizados.
La cifra es reveladora: ASJUBI40 representa hoy a cerca de 900.000 personas en todo el Estado. Y una de cada cuatro es catalana. Más de 200.000 jubilados y jubiladas en Catalunya —muchos de ellos trabajadores desde los 14 o 15 años— están viendo recortada su pensión hasta en un 30%, únicamente por haberse retirado antes de la edad legal. En comunidades como Madrid o el País Vasco, donde el acceso temprano al trabajo fue menos frecuente, el número de casos es sensiblemente menor.
Una cuestión de historia laboral catalana
La singularidad del caso catalán se entiende a la luz de su trayectoria industrial. Zonas como el Vallès, el Baix Llobregat o el Barcelonès vieron a miles de jóvenes incorporarse muy pronto al mundo laboral, muchas veces en fábricas, talleres o almacenes. Mientras que en otras regiones se accedía más tarde al empleo, en Catalunya era habitual empezar a cotizar con apenas 15 años.
El resultado: trayectorias laborales larguísimas, que hoy reciben un doble castigo. Primero, la expulsión anticipada del mercado laboral. Después, la penalización por jubilarse antes de los 65, incluso cuando se acumulan más de 42 o 44 años cotizados. La paradoja es evidente: quienes más han trabajado, son quienes menos pensión perciben.
ASJUBI40: dignidad, constancia y voz colectiva
Desde su fundación en 2016, ASJUBI40 (Asociación Jubilación Anticipada Sin Penalizar con 40 años o más cotizados) ha pasado del silencio al centro del tablero político. En Catalunya, su actividad ha cobrado fuerza en los últimos años, con concentraciones en ciudades como Barcelona, Girona o Sabadell, y un trabajo incansable para visibilizar una realidad sistemáticamente ignorada.
Ejemplos como el de Laura Allué, barcelonesa con 44 años cotizados que se vio forzada a jubilarse con 63 tras ser despedida, reflejan el drama de muchos. “Somos una generación a extinguir”, repiten desde la junta. Pero una generación que se niega a desaparecer sin reclamar lo que es justo.
La trampa de los coeficientes reductores
El corazón del problema reside en los llamados coeficientes reductores: penalizaciones de hasta un 21% —y a veces más— aplicadas a la pensión por cada año de adelanto respecto a la edad legal. En realidad, hay casos donde las reducciones superan el 30%. Todo ello, a pesar de haber cotizado durante más de cuatro décadas.
Mientras países como Francia, Alemania o Portugal ya aplican criterios más justos, reconociendo la duración de la carrera laboral como un factor clave, en España se sigue penalizando con dureza a quienes más han contribuido al sistema.
Una desigualdad territorial evidente
En Catalunya, la situación genera una desigualdad estructural que no se da con la misma intensidad en otras regiones. En lugares como Andalucía, la jubilación anticipada se asocia con frecuencia a falta de cotización o problemas de salud. En cambio, en Catalunya, el problema es meramente aritmético: personas que han trabajado 44 o 45 años y aún así ven recortada su pensión.
Ciudades como Terrassa, Reus o Manresa, con fuerte tradición industrial, concentran hoy a miles de afectados. Se trata de municipios donde la entrada precoz al empleo fue masiva, y donde el impacto económico de estas penalizaciones es especialmente evidente.
Un perjuicio económico que afecta a toda la sociedad
ASJUBI40 insiste en que esta no es solo una lucha legal: es también una cuestión económica. Cada euro que estos jubilados dejan de percibir no vuelve a la economía real. No se consume, no se viaja, no se ayuda a hijos o nietos. En un momento en que la reactivación económica pasa por fortalecer el tejido social, este recorte supone una pérdida que trasciende al afectado y alcanza a toda su comunidad.
En Catalunya, con una población envejecida y una red familiar muy activa, las consecuencias se amplifican. Las pensiones recortadas no permiten afrontar una vejez con dignidad, ni sostener el apoyo intergeneracional que muchas familias aún mantienen.
Presión política: desde Catalunya al Congreso y Bruselas
La movilización ha calado también en las instituciones. ASJUBI40 ha conseguido reunirse con representantes de ERC, Junts, Comuns Sumar y otros grupos parlamentarios catalanes. Diversos ayuntamientos como Sabadell o Mataró han aprobado mociones de apoyo, y senadores catalanes defendieron una moción en 2023 que fue aprobada por unanimidad en el Senado, instando al Gobierno a estudiar su propuesta.
A nivel europeo, la asociación presentó una denuncia formal por posible discriminación ante la Comisión Europea. Eurodiputados catalanes han acogido favorablemente la causa, subrayando la disparidad entre el modelo español y el de otros países europeos que sí valoran los años cotizados por encima de la edad.
Una reforma pendiente por voluntad política
La Proposición de Ley registrada por Podemos en mayo de 2024 recoge la reivindicación central de ASJUBI40: eliminar los coeficientes reductores para quienes acrediten 40 años o más cotizados. Pese al respaldo político que ha cosechado la medida, la iniciativa permanece bloqueada en el Congreso.
“Es solo cuestión de voluntad política”, repiten desde la asociación. Porque ya ha pasado antes: con el complemento por maternidad, la corrección de la brecha de género o la mejora de las pensiones parciales. Si hubo reformas entonces, ¿por qué no ahora?
Una causa que mira hacia el futuro
ASJUBI40 no reclama un privilegio, sino justicia. Justicia para una generación que sostuvo el país durante décadas, que levantó fábricas, que impulsó el comercio, que formó a sus hijos y que ahora ve cómo el sistema les da la espalda.
En Catalunya, su lucha tiene un valor simbólico añadido: habla de memoria obrera, de compromiso social y de responsabilidad institucional. Habla del pasado, pero también del futuro. Porque lo que hoy se permite con 42 años cotizados, mañana podría suceder con 38, o con 30.
“Nos llaman generación a extinguir. Pero mientras estemos aquí, no callaremos”, afirman. Y desde Catalunya, su voz no solo resiste. Inspira a todo un país.
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