Barcelona impulsa el transporte sostenible con biometano gracias al proyecto europeo LIFE NIMBUS

El proyecto europeo LIFE NIMBUS ha convertido a Barcelona en una ciudad pionera en el uso de biometano como combustible para el transporte público urbano. Tras cinco años de desarrollo, la iniciativa ha demostrado con éxito la viabilidad de producir este gas renovable a partir de lodos de depuradora y tecnologías power-to-gas, una combinación innovadora que aprovecha los excedentes de energías renovables para generar hidrógeno y transformarlo en biometano.

Este combustible sostenible se produce en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del Baix Llobregat, gestionada por Aigües de Barcelona. Allí, los residuos orgánicos se transforman en energía limpia capaz de alimentar al NIMBUS, un autobús piloto de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que puede recorrer más de 14.000 km al año con biometano, logrando reducir en unas 28 toneladas anuales las emisiones de CO₂ y disminuyendo su huella de carbono en más del 80 %.

En el evento de clausura del proyecto, celebrado en Barcelona, los responsables destacaron el valor de LIFE NIMBUS como solución circular y replicable para descarbonizar el transporte. Alessandro Solimeno, coordinador del proyecto desde Cetaqua-Centro Tecnológico del Agua, subrayó que "es posible producir biometano de calidad de forma sostenible a partir de residuos de depuradoras". La investigación contó con la participación de Cetaqua, Aigües de Barcelona, TMB y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), cuyo equipo desarrolló un sistema innovador de producción de hidrógeno mediante procesos biológicos más sostenibles que los convencionales.

LIFE NIMBUS también se alinea con los objetivos del Pacto Verde Europeo y el Plan Nacional del Biogás aprobado en España en 2022, que plantea multiplicar por cuatro la producción nacional de biometano para 2030. Mario Canet, responsable de innovación en TMB, afirmó que los conocimientos adquiridos permitirán avanzar hacia una flota urbana más limpia y que la tecnología desarrollada tiene potencial para transformar no solo el transporte de pasajeros, sino también el de mercancías.