El desastre informático del SEPE, "colapso inminente", pero no lleva tres meses caído
El nuevo sistea informático ALMA está teniendo demasiados fallos técnicos
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) atraviesa una grave crisis tecnológica a raíz de la implantación de su nuevo sistema informático, ALMA, que ha generado múltiples incidencias desde su puesta en marcha. Sin embargo, la afirmación de que el organismo lleva más de tres meses "completamente caído" no es del todo cierta. Para ser más exactos se trata de un sistema que funciona muy mal y que está cerca de acabar desbordado.
Diversos sindicatos, entre ellos CSIF, han denunciado el "nefasto funcionamiento" del nuevo sistema, describiendo un panorama marcado por bloqueos, lentitud extrema y errores constantes en la gestión de las prestaciones por desempleo. Ante esta situación, el sindicato ha solicitado incluso la vuelta al sistema anterior y ha advertido de un “colapso inminente” si no se toman medidas urgentes para agilizar la recuperación el sistema.
En este sentido, una de las opciones que los sindicatos han puesto sobre la mesa, ha sido la de volver a usar el sistema anterior. Al menos, hasta que no queden resueltas las incidencias relativas a ALMA.
Pese a ello, no existe evidencia de una caída total y prolongada de los servidores del SEPE. El sistema ha estado operativo, aunque con importantes fallos y sobrecarga. Desde el Gobierno se niega un colapso total y se asegura que se están aplicando mejoras continuas para estabilizar la situación y mejorar la situación de los trabajadores.
En resumen, lo que sufre el SEPE es un colapso funcional parcial: el sistema no ha dejado de funcionar por completo, pero su rendimiento está siendo tan deficiente que ha generado frustración entre trabajadores y ciudadanía, dificultando el acceso a trámites esenciales como la solicitud y el seguimiento de prestaciones.
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