Alerta por calor extremo este domingo: Catalunya, gran parte de España y de Europa superarán los 42 °C

Alarmas por temperaturas récord y riesgos crecientes movilizan a gobiernos y ciudadanos. El sur del continente enfrenta incendios y prohibiciones laborales para proteger la salud pública.

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Termómetro - Archivo - Europa Press

 

Las autoridades meteorológicas han activado diversos protocolos de emergencia en Catalunya, España y otros países del sur de Europa ante una nueva ola de calor persistente, provocada por un potente anticiclón de origen africano que afecta de forma generalizada a la cuenca mediterránea.

Alerta en Catalunya: más de 42 °C y noches tropicales

La Generalitat ha activado el plan PROCICAT este mes de junio ante la llegada de un episodio de calor intenso que podría superar los 42 °C en zonas como Ponent, el litoral central y las Terres de l’Ebre. El Servicio Meteorológico de Catalunya también advierte de la persistencia de noches tropicales, con mínimas que no bajarán de los 24 °C en varios puntos del territorio.

Protección Civil ha pedido a los municipios habilitar espacios con aire acondicionado y ha emitido recomendaciones dirigidas a proteger especialmente a los colectivos más vulnerables, como personas mayores, niños, embarazadas y personas con patologías crónicas.

España en aviso especial por calor extremo, según la AEMET

La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido un aviso especial este domingo, alertando de un aumento generalizado de las temperaturas en buena parte de la Península Ibérica. Las máximas podrían superar los 42 °C en el noreste, centro y sur peninsular, con especial afectación en los valles del Guadalquivir, Guadiana, Bajo Ebro y Tajo.

Ciudades como Zaragoza, Sevilla, Lleida, Ciudad Real, Córdoba o Badajoz podrían alcanzar los 42 °C, mientras que otras como Madrid, Toledo, Murcia, Zamora, Jaén o Cáceres podrían registrar valores cercanos a los 40 °C. Las mínimas también serán anormalmente altas, en torno a los 25 °C, lo que prolongará el estrés térmico incluso durante la noche.

En Canarias, aunque no se alcanzarán los umbrales oficiales de ola de calor, se esperan temperaturas de hasta 37 °C en puntos de Gran Canaria y una notable presencia de calima en altura, especialmente en las islas orientales. Las zonas más afectadas serán el sudeste de Fuerteventura y las medianías orientadas al sur.

Una emergencia europea con consecuencias sanitarias y medioambientales

El sur de Europa también sufre el impacto de esta ola de calor. En Portugal, dos tercios del país están en alerta máxima por riesgo de incendios forestales, con temperaturas que rondan los 42 °C en Lisboa y una sequedad extrema del suelo.

En Francia, Marsella se acerca a los 40 °C y las autoridades han decretado entrada gratuita a piscinas públicas como medida de emergencia. En Italia, regiones como Sicilia y Liguria han prohibido el trabajo al aire libre durante las horas centrales del día, y los sindicatos piden extender la medida a nivel nacional.

En Grecia, un gran incendio forestal ha obligado a evacuar áreas próximas a Atenas, amenazando la carretera costera que conduce al cabo Sunión, donde se encuentra el emblemático Templo de Poseidón.

Una crisis climática sostenida que se agrava cada año

Según el programa europeo Copernicus, marzo de 2025 fue el marzo más caluroso jamás registrado en Europa. El año 2024 ya había sido el más cálido de la historia, con desastres naturales que provocaron pérdidas económicas globales por encima de los 300.000 millones de dólares.

Un estudio de The Lancet Public Health advierte que las muertes por calor en Europa podrían triplicarse antes del año 2100, con especial impacto en países del sur como España, Italia y Grecia.

Catalunya refuerza su respuesta ante la emergencia climática

La activación del PROCICAT y la rápida coordinación de los servicios públicos ponen de manifiesto la implicación de las instituciones catalanas en la gestión de los efectos del cambio climático. Sin embargo, los expertos insisten en que no basta con medidas reactivas: es urgente rediseñar las políticas urbanas, sanitarias, laborales y ambientales para hacer frente a un fenómeno que ya no es excepcional, sino estructural.

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