Fin del calor sofocante: se avecina un cambio de tiempo en Barcelona

Después de varios días marcados por el calor extremo, Barcelona afronta el mes de julio con una inminente transformación en el panorama meteorológico. Este lunes ha arrancado con temperaturas elevadas que han puesto en alerta a más de la mitad del territorio catalán, especialmente por los riesgos asociados a las altas temperaturas.

Durante las primeras horas de la jornada, los termómetros en la Ciudad Condal ya marcaban cifras inusualmente altas, y se prevé que alcancen los 34 grados en las horas centrales del día. Este calor se mantendrá, al menos, hasta la tarde, cuando se espera que comience a moderarse. Sin embargo, los expertos apuntan a que este podría ser el último día de calor extremo en la capital catalana… al menos por ahora.

El Meteocat anuncia un giro meteorológico a partir del miércoles

Según las últimas previsiones del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), se acerca un cambio brusco de las condiciones meteorológicas. A partir de este miércoles 2 de julio, se espera una notable bajada de las temperaturas, tanto máximas como mínimas. En concreto, se prevé un descenso de entre 3 y 4 grados, lo que aliviará en parte la sensación térmica asfixiante de estos días.

Este enfriamiento será progresivo y se notará especialmente de cara al fin de semana, cuando las máximas rondarán los 28 grados y las mínimas caerán hasta los 21 grados. Aunque seguirán siendo temperaturas propias del verano, supondrán un respiro considerable frente al episodio de calor intenso con el que ha comenzado el mes.

Posible retorno de las lluvias en la capital catalana

Junto con la bajada de temperaturas, la inestabilidad atmosférica podría aumentar a medida que avance la semana. Aunque en Barcelona no se esperan, por el momento, lluvias tan intensas como las que han afectado a otros puntos del interior de Catalunya —con chubascos fuertes e incluso granizo en algunas comarcas—, los modelos meteorológicos abren la puerta a precipitaciones puntuales.

Las fechas con mayor probabilidad de lluvia en la ciudad, según los datos actuales, serían el domingo 6 de julio y el lunes 7 de julio. Aún es pronto para confirmar la intensidad o duración de las posibles precipitaciones, pero los expertos insisten en mantenerse atentos a las actualizaciones de las previsiones durante los próximos días.

Una tregua esperada tras la ola de calor

El descenso térmico previsto supone una tregua bienvenida tras el inicio de julio bajo una intensa ola de calor, que ha puesto en alerta tanto a autoridades como a ciudadanos. Las altas temperaturas no solo afectan al bienestar físico, sino también al entorno urbano, generando mayor demanda de recursos sanitarios, consumo energético y riesgo de incendios.

Barcelona, por tanto, entra en una nueva fase climática esta semana. Una etapa más fresca, con temperaturas más suaves y cierta incertidumbre meteorológica, que podría traer de vuelta las ansiadas lluvias.