¡Adiós a la primera ola de calor! Se espera un descenso de temperaturas y probabilidad de lluvias
El Meteocat confirma el fin del episodio extremo y anticipa un cambio de tiempo a partir del domingo 6 de julio, con descenso térmico y posibles precipitaciones
Tras varios días de temperaturas sofocantes e inusuales para el mes de junio, Barcelona se prepara para dejar atrás la primera ola de calor del verano. Durante esta semana, los termómetros han llegado a registrar hasta 35 grados durante el día y valores superiores a los 30 por la noche, situando a la ciudad en niveles de alerta por calor, especialmente nocturno.
El Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) ha confirmado el final inminente de este episodio extremo, que ha afectado a gran parte del territorio catalán. Aunque el martes 1 de julio todavía se mantenía una alerta naranja, ya este miércoles 2 la situación ha comenzado a moderarse, pasando a un nivel de riesgo medio según el mapa oficial de avisos del Meteocat.
El alivio térmico será progresivo
El descenso de las temperaturas será gradual, pero se hará notar especialmente a partir del fin de semana, con un cambio más acusado el domingo 6 de julio. Para entonces, se espera una bajada significativa tanto en las temperaturas máximas como en las mínimas, lo que aportará un alivio importante tras varios días de calor extremo.
Además, la alerta por calor nocturno, que se mantenía hasta la madrugada del jueves 3, también dejará de estar activa conforme avance la semana.
Posibles lluvias: el retorno esperado de las precipitaciones
El otro gran protagonista del nuevo escenario meteorológico será la probabilidad de lluvias. Después de una larga etapa sin precipitaciones, Barcelona podría recibir las primeras lluvias del verano entre el domingo 6 y el lunes 7 de julio.
En los últimos días, los meteorólogos consideraban baja la posibilidad de lluvia en la ciudad, pero ahora el Meteocat ha elevado esa probabilidad a un nivel medio, especialmente de cara al lunes 7, jornada que podría convertirse en la más fresca y lluviosa de toda la semana. Este cambio climático no solo marcará el final del calor extremo, sino que también podría beneficiar al entorno natural y aliviar ligeramente la sequía acumulada, aunque todavía de forma muy limitada.
Un verano que empieza con contrastes
Aunque la primera ola de calor ha llegado antes de tiempo, el clima en Catalunya sigue mostrando una gran variabilidad. Pasar de temperaturas excesivas a un descenso notable acompañado de lluvias refleja una tendencia que los expertos ya habían advertido: los veranos serán cada vez más extremos, tanto por su intensidad térmica como por los cambios bruscos de tiempo.
Por el momento, los ciudadanos de Barcelona podrán disfrutar en los próximos días de un respiro térmico y, con suerte, de unas lluvias bien recibidas que refresquen el ambiente.
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