Un misterio sin resolver: los Mossos buscan al dueño de más de 8.800 cervezas

Desde hace días, en una comisaría de les Borges Blanques hay una presencia inusual: 370 cajas de cerveza, con un total de 8.800 botellas, que permanecen bajo custodia policial a la espera de que alguien acredite su propiedad. Lo curioso del caso es que, por ahora, nadie ha reclamado el lote, ni ha presentado denuncia alguna por su desaparición.

Un hallazgo sorprendente en la autopista AP-2

El pasado 1 de julio, los Mossos d’Esquadra localizaron un camión parado en el arcén de la autopista AP-2, a la altura del municipio de Vinaixa, con una rueda pinchada y sin rastro del conductor. Al inspeccionar su interior, descubrieron el cargamento de cervezas distribuido de forma caótica, sin palés ni orden alguno, lo que despertó las primeras sospechas.

La escena no encajaba con un transporte comercial habitual. La hipótesis inicial apuntó rápidamente a un posible robo, especialmente vinculado a los conocidos como “teloneros”, grupos organizados que se dedican a sustraer mercancías de vehículos aparcados en áreas de descanso.

Herramientas de corte y antecedentes penales

Poco después, y tras patrullar varios kilómetros, los agentes localizaron un coche también averiado, con una rueda en mal estado. A escasa distancia, encontraron una furgoneta con tres ocupantes que, en un primer momento, negaron cualquier relación con el camión o el coche abandonado. Sin embargo, la investigación reveló que los tres individuos ya contaban con antecedentes por robos utilizando el mismo modus operandi.

Además, en el interior de la furgoneta se hallaron cúters y herramientas habitualmente utilizadas para abrir camiones o cortar precintos de seguridad, lo que reforzó aún más la teoría del robo.

Nadie ha dado la cara: ni denuncias ni propietarios

El jefe de la comisaría de les Borges Blanques, Lluís Ticó, reconocía esta semana que siguen sin tener pistas claras sobre la procedencia del cargamento. “No encontramos al propietario de las cervezas”, aseguraba Ticó, señalando que tampoco disponen de información precisa sobre el origen de la mercancía.

Una de las líneas de la investigación apunta a que podría tratarse de un transporte internacional, lo que explicaría la falta de denuncia: si el destino final del camión no era España, el responsable podría desconocer incluso que el vehículo ha sido interceptado.

¿Qué pasará con las cervezas?

Mientras tanto, las 8.800 botellas permanecen en depósito policial, a la espera de novedades en el caso. Si en los próximos días nadie reclama legalmente la mercancía, serán las autoridades judiciales quienes decidirán el destino del cargamento.

La opción más probable es la destrucción del lote, según han informado fuentes policiales. No obstante, también se contempla su posible cesión al Ayuntamiento de Vinaixa, el municipio donde se encontró el camión, aunque esta alternativa requeriría una resolución judicial. La posibilidad de destinarlo a fines sociales o benéficos ha sido descartada, al tratarse de una bebida alcohólica, cuya distribución está sujeta a restricciones legales, incluso cuando se trata de donaciones.