Catalunya ha registrado 250 muertes atribuibles al calor en este mes de julio
Las cifras superan las que se regstraron durante todo el verano pasado
El mes de julio ha dejado un rastro trágico en Cataluña: 250 personas han fallecido por causas atribuibles al calor extremo, según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Ministerio de Sanidad. Esta cifra supera ampliamente las 226 muertes registradas durante todo el verano de 2024, confirmando que el impacto de las olas de calor es cada vez más devastador para la salud pública.
A nivel estatal, el panorama tampoco es alentador. España ha registrado 1.060 muertes en un solo mes por esta causa, un incremento del 57% respecto al julio anterior. La exposición prolongada a altas temperaturas, especialmente durante las horas nocturnas, ha sido clave en este preocupante aumento de la mortalidad.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha advertido en una entrevista que la calor extremo no solo mata, sino que agrava patologías previas y afecta especialmente a las personas vulnerables, como personas mayores, enfermos crónicos, niños y trabajadores al aire libre. Además, ha señalado que la presión sobre el sistema sanitario aumenta considerablemente en estos periodos y ha insistido en la necesidad de protegerse activamente, consultar los mapas de riesgo publicados por el ministerio y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Expertos en salud pública alertan de que la calor extrema se está convirtiendo en una amenaza recurrente, amplificada por el cambio climático y la falta de planificación urbana adecuada. Denuncian que la escasez de refugios climáticos, espacios verdes y servicios de asistencia dificulta la respuesta efectiva ante estas olas de calor. Además, insisten en que la mayoría de estas muertes podrían haberse evitado con medidas preventivas y políticas públicas más valientes y comprometidas.
Así pues, mientras los termómetros baten récords, la realidad es que la salud y la vida de miles de personas están en riesgo. La calor extrema afecta de manera desigual, impactando con mayor fuerza a quienes ya viven en situaciones precarias. Por ello, además de alertas y recomendaciones, es imprescindible una respuesta coordinada que incluya educación ciudadana, refuerzo de los servicios sociales y sanitarios, y un compromiso real contra el cambio climático que aún no se está materializando con la urgencia que la situación demanda.
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