Con la llegada del verano, los centros penitenciarios de Cataluña han reforzado su compromiso con la actividad física como herramienta clave de rehabilitación, convivencia y seguridad. El Departamento de Justicia y Calidad Democrática ha incorporado este verano a 13 dinamizadores deportivos adicionales que se suman a los 37 técnicos que trabajan habitualmente en los centros, con el objetivo de garantizar la continuidad de las actividades deportivas durante el periodo vacacional.
La actividad física, clave para la rehabilitación
Actualmente, cerca del 63% de las personas internas —unas 5.400— practican deporte al menos una vez por semana. Esta implicación no solo favorece el bienestar físico y mental de los internos, sino que también contribuye directamente a la reducción de conflictos y a la mejora de la convivencia. Las estadísticas lo confirman: solo el 0,2% de los incidentes registrados en los centros tienen lugar en las zonas deportivas, convirtiendo estos espacios en áreas seguras y protegidas.
Los centros ofrecen una programación deportiva amplia y adaptada a las necesidades e intereses de la población penitenciaria. Esta incluye:
Deportes individuales: natación, atletismo, deportes de raqueta, musculación.
Deportes colectivos: fútbol sala, baloncesto, voleibol, rugby, balonmano.
Acondicionamiento físico: entrenamientos funcionales, circuitos de fuerza y resistencia.
A través de la práctica deportiva, las personas internas pueden adquirir valores y habilidades fundamentales para su reinserción social, como la disciplina, el respeto por las normas, el trabajo en equipo, la tolerancia y la superación personal.
Colaboraciones con el mundo deportivo
Los centros penitenciarios mantienen acuerdos de colaboración con entidades deportivas, federaciones y universidades, que permiten ampliar las oportunidades de acceso a la actividad física, tanto dentro como fuera de los muros. Las instalaciones actuales incluyen piscinas, campos de fútbol, pistas polideportivas y salas equipadas para múltiples actividades.
La incorporación de los dinamizadores de verano permite garantizar la continuidad y la calidad de las actividades deportivas, pese a la ausencia temporal de algunos profesionales por vacaciones. Su presencia es esencial para mantener el ritmo, estimular la participación y consolidar el deporte como una pieza estructural en el día a día de las prisiones catalanas.
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