¿Combatir los incendios con más fuego? La técnica extrema que ya están utilizando los bomberos
El “contrafuego” o fuego controlado protege aldeas en Ourense y se revela como última arma frente a incendios desbocados
La idea de combatir un incendio con más fuego puede sonar contraintuitiva, pero es una técnica ancestral que los bomberos y la Unidad Militar de Emergencias (UME) han vuelto a poner en práctica para enfrentar incendios forestales desbocados. Ayer, las unidades del Batallón de Intervención en Emergencias V (BIEM) realizaron un fuego técnico en los núcleos de Porto y Real, en la comarca de Valdeorras, con el objetivo de proteger estas aldeas del gran incendio que lleva días arrasando Galicia.
El contrafuego, como también se denomina, consiste en prender intencionadamente áreas boscosas que se sabe que serán alcanzadas por las llamas. Al crear un frente quemado controlado, los incendios que avanzan sobre estas zonas ya no encuentran combustible, lo que facilita la labor de los bomberos y aumenta la eficacia de los métodos convencionales de extinción.
Esta técnica solo se aplica en situaciones extremas, cuando otros métodos tradicionales como cortafuegos, agua o retardantes químicos no surten efecto debido a la intensidad del incendio, la velocidad del viento o las altas temperaturas. Según Marc Castellnou, jefe del Grup d’Actuació Forestal (GRAF) de la Generalitat, “el fuego técnico es un recurso de última instancia, que requiere planificación precisa y conocimiento del terreno para evitar que se salga de control”.
En la operación de ayer en Ourense, los efectivos de la UME estudiaron previamente la dirección del viento, la topografía y la cantidad de combustible disponible, así como la ubicación de ríos, caminos y cortafuegos cercanos. Solo tras este análisis se procedió a iniciar las quemas controladas, garantizando que la estrategia no amenazara a la población.
El fuego técnico genera alarma entre los vecinos debido a la aparición de llamas cerca de núcleos urbanos. Por ello, se comunica con antelación la operación a los habitantes para garantizar su seguridad. En esta ocasión, las aldeas de Porto y Real recibieron aviso previo y pudieron evacuar temporalmente algunas zonas cercanas a las quemas controladas.
El incendio que amenaza la zona desde el pasado miércoles ha calcinado más de 15.000 hectáreas de suelo gallego, destruyendo bosques y pastizales. El empleo del fuego técnico no solo busca proteger a la población y propiedades, sino también minimizar la propagación del fuego y facilitar la labor de los bomberos en un entorno extremadamente peligroso.
Expertos subrayan que esta técnica requiere experiencia y coordinación. No se trata de encender fuego al azar, sino de crear un plan de acción donde cada llama tiene un propósito táctico. La combinación de conocimientos sobre climatología, vegetación, geografía y dinámica del fuego es crucial para que el contrafuego cumpla su función y no se convierta en un riesgo adicional.
El uso del fuego técnico, también llamado fuego controlado, ha demostrado ser eficaz en otros incendios forestales de España y del mundo, siempre que lo ejecuten profesionales altamente cualificados y bajo estrictos protocolos de seguridad. Por ello, su uso se reserva exclusivamente para incendios de gran magnitud, nunca en áreas urbanas o residenciales, y siempre como última línea de defensa.
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