Si circulas en moto o bici, esto te interesa: la DGT cambia las reglas del juego
La seguridad vial obliga a la apliación de ocho nuevas normas para motos y bicis
La carretera es un espacio de convivencia forzosa donde la fragilidad de algunos contrasta con la potencia de otros. Los colectivos más vulnerables, como ciclistas y motoristas, son los que pagan el precio más alto. Según los datos del último año registrado, 286 motoristas y 46 ciclistas perdieron la vida en accidentes, cifras que han llevado a la Dirección General de Tráfico (DGT) a implementar un paquete de ocho nuevas normas destinadas a reforzar la seguridad vial de estos usuarios.
El nuevo marco regulatorio se centra en tres pilares: mejorar el equipamiento de protección personal, aumentar la visibilidad en condiciones adversas y adaptar las normas de circulación a las dinámicas reales del tráfico, especialmente en entornos urbanos y situaciones de congestión. Lejos de ser medidas aisladas, estas normas representan un cambio de enfoque integral que busca educar y redefinir la interacción entre todos los vehículos.
Motoristas: casco integral, guantes y visibilidad
Para los motoristas, la DGT ha reforzado la protección directa y la prevención. La medida más significativa es la obligatoriedad de utilizar cascos integrales o modulares homologados, que protegen la cabeza y el rostro. A ello se suma la exigencia de llevar guantes homologados en todo momento, para minimizar lesiones en caso de caída.
Otro punto clave es la visibilidad: los motoristas deberán incorporar elementos reflectantes en su ropa o motocicleta para ser visibles a 150 metros en condiciones de baja luminosidad. Además, los cursos de formación en autoescuelas han aumentado las horas prácticas en tráfico abierto, y se prepara una medida que permitirá a las motocicletas circular por el arcén a 30 km/h en atascos, cediendo siempre la prioridad a vehículos de emergencia.
Ciclistas: más seguridad y espacio en la ciudad
Los ciclistas también reciben atención especial. Se les exige el uso de elementos reflectantes y, en vías urbanas con límite de 30 km/h, deberán circular por el centro del carril, forzando a los vehículos a realizar un adelantamiento seguro con 1,5 metros de distancia lateral. En situaciones de atasco podrán circular en sentido contrario, y la normativa permite explícitamente la circulación en paralelo de dos en dos, manteniéndose cerca del margen derecho.
Un cambio de paradigma
Estas ocho normas no son solo nuevas prohibiciones, sino un esfuerzo de la DGT por adaptar la ley a la movilidad actual y proteger a quienes más riesgo corren. El objetivo es claro: aumentar la visibilidad, definir espacios seguros de circulación y exigir un equipamiento que pueda marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
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