Últimas horas de calor en Catalunya: la antesala de un cambio de tiempo inminente

Este miércoles, el cielo catalán ofrece una tregua luminosa antes de que un nuevo frente frío en altura llegue mañana para agitar la atmósfera. La jornada se presenta mayoritariamente soleada, con algunas nubes bajas en tramos del litoral que podrían incomodar a los más madrugadores que se acerquen a la playa. En el resto del territorio, el día ha comenzado con un sol generoso y temperaturas frescas, especialmente en las zonas pirenaicas, donde los termómetros han bajado de los 10 grados. En el interior se han registrado mínimas cercanas a los 15, mientras que en la costa rondan los 20 grados.

A medida que avance la tarde, el sol seguirá dominando el panorama, aunque aparecerán algunas nubes decorativas en el Pirineo y el prelitoral, así como finas capas nubosas que llegarán desde Ponent. El viento de garbí y de migjorn se intensificará en el norte de la Costa Central y la Costa Brava, con rachas que podrían provocar maror y zonas de fuerte oleaje, especialmente en puntos expuestos.

Las temperaturas comienzan a remontar, y este miércoles ya se esperan máximas que superen los 30 grados en varias comarcas. En el Pla de Lleida, los valores más altos podrían rozar los 34 grados, anticipando un final de semana marcado por el calor, aunque sin alcanzar extremos sofocantes.

Pero la calma tiene fecha de caducidad. Este jueves, la llegada de un nuevo frente asociado a aire frío en altura traerá más nubosidad y la posibilidad de chubascos aislados durante la segunda mitad del día. Las temperaturas matinales serán algo más suaves, pero las diurnas se mantendrán sin grandes cambios.

Con este escenario, Catalunya se encuentra en la antesala de un cambio de ritmo atmosférico que podría marcar el inicio de una transición hacia condiciones más otoñales. El cielo, como siempre, tiene la última palabra.