"El hormiguero” se convierte en el altavoz de la ultraderecha: la bochornosa intervención de Nacho Cano
Pablo Motos utiliza su programa como plataforma de ataque político disfrazado de entretenimiento, difundiendo acusaciones graves contra el Gobierno democrático de Sánchez
La visita de Nacho Cano a El hormiguero no fue una aparición promocional más. El músico aprovechó su primer espacio televisivo tras el archivo de su causa judicial por presunta contratación ilegal de trabajadores extranjeros y tráfico de personas para lanzar acusaciones graves contra el Gobierno, sin que Pablo Motos ofreciera réplica ni contexto.
Desde el primer minuto, Cano señaló: "Esto no lo estoy haciendo por mí, yo ya tengo mi causa judicial. Lo hago por la gente para que no le pase a nadie más, para que sepáis cómo opera esta banda criminal que nos gobierna, que es una banda criminal". Un mensaje de clara orientación política que Motos permitió difundir sin cuestionarlo, transformando un programa de entretenimiento en un escenario para la ultraderecha mediática.
Cano mantuvo su narrativa de persecución por motivos políticos, vinculando su detención con su cercanía a Isabel Díaz Ayuso: "Puedo entender, porque las elecciones eran cuatro días después, que esto era un mensaje de 'estate calladito'. Mucha gente me lo dice". Añadió episodios de supuesta conspiración policial y irregularidades judiciales, asegurando que la policía le interrogó durante horas para "buscarme un lío" y afirmando que todo estaba “fabricado para hacer una cortina de humo” contra el Gobierno.
La escalada de acusaciones continuó con ataques directos a figuras como Marlaska y Sánchez: "Tiene mil agentes a su servicio para mañana decir: 'a ti te detengo, hablo con el juez, monto el lío y te meto en la trena sin hacer tú nada malo'. Esa es la forma de trabajar del señor Sánchez, de Marlaska y de todos los que le rodean por arriba y por abajo".
El programa de Motos permitió difundir estas afirmaciones sin contraste alguno, convirtiendo la tertulia en un vehículo de propaganda de ultraderecha, utilizando la plataforma para sembrar miedo y desinformación. Cano incluso aseguró sentir amenazas de violencia personal: "Temo que me peguen un tiro, es algo que valoro todos los días" y relató haber dejado dinero “para que si lo hacen, los que lo hacen lo paguen".
Este tipo de contenidos demuestra cómo El hormiguero ha abandonado cualquier pretensión de entretenimiento neutral y se convierte en un espacio donde se venden bulos, miseria y conspiraciones, utilizando la audiencia para atacar a un Gobierno elegido democráticamente. La crítica y la oposición política se transforman así en espectáculo, con un presentador que permite sin cuestionar que se difundan acusaciones graves sin pruebas.
👉 Una muestra más de cómo la ultraderecha mediática se infiltra en el entretenimiento, normalizando ataques políticos disfrazados de conversación ligera.
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