Los embalses catalanes arrancan el otoño con niveles inéditos en una década: del 29% al 74% en solo un año
El volumen de agua acumulado en las cuencas internas de Catalunya se ha duplicado gracias a las precipitaciones estivales y a la aportación de desalinizadoras. La Agència Catalana de l’Aigua advierte, no obstante, que es imprescindible mantener un consumo prudente.
El arranque del otoño trae consigo una fotografía radicalmente distinta a la que se vivió el año pasado en Catalunya. Los embalses de las cuencas internas alcanzan actualmente el 74% de su capacidad, un total de 503 hectómetros cúbicos almacenados, frente a los 200 que se registraban hace exactamente un año. La diferencia es sustancial si se compara con el 29,5% de 2024, cuando la situación se acercaba a los umbrales más críticos de la última década.
La importancia de las lluvias y de la desalinización
La evolución de este verano explica buena parte de este cambio de tendencia. Aunque las reservas descendieron ligeramente debido a un consumo más elevado, a la campaña de riego y a la evaporación típica de los meses más cálidos, las precipitaciones registradas en distintos puntos del territorio evitaron una caída más pronunciada. Desde la Agència Catalana de l’Aigua subrayan que las lluvias han permitido “estabilizar volúmenes, realizar una campaña de riego eficiente e incrementar la aportación de las desalinizadoras, que han seguido produciendo a un régimen alto”. En cifras, la bajada durante el verano fue de apenas seis puntos porcentuales y de 55 hectómetros cúbicos, un retroceso mucho menor al habitual en esta época.
Radiografía de los principales pantanos
Los registros actuales confirman una recuperación desigual, pero en casi todos los casos espectacular. El embalse de Darnius-Boadella se sitúa en el 58,9%, cuando el año pasado apenas llegaba al 17. Sau alcanza el 61,1%, frente al 19% de 2024. Susqueda roza el 80,3% tras duplicar el nivel del año anterior, mientras La Baells logra un 93,6%, más del doble que hace doce meses. La Llosa del Cavall, por su parte, escala hasta el 88%, cuando en septiembre pasado no superaba el 24. Otros ejemplos ilustran la magnitud del cambio: Sant Ponç se encuentra en el 87,5% frente al 31% anterior; Foix pasa del 64 al 79,2%; Siurana sube del 0,9 al 14,6% y Riudecanyes mejora del 1,7 al 37%. En este contexto, destacan los incrementos de la Llosa del Cavall, con 64 puntos más, Sant Ponç, con más de 56, y La Baells, que suma más de 52.
Llamamiento a la responsabilidad ciudadana
A pesar del alivio que representan estas cifras, las autoridades se muestran prudentes. Desde la ACA advierten que la tendencia positiva observada tras las lluvias se ha moderado y “ahora se ha estabilizado”. Por ello, insisten en que la ciudadanía debe mantener hábitos de ahorro y recuerdan que “es fundamental seguir haciendo un uso responsable del agua y ahorrando al máximo”. El mensaje es claro: los buenos datos no deben traducirse en una relajación de las medidas de ahorro.
Planes de futuro para garantizar el suministro
El Govern, consciente de que la sequía sigue siendo un desafío estructural, trabaja en una estrategia a largo plazo que pretende aumentar en 280 hectómetros cúbicos los recursos disponibles de aquí a 2030. La hoja de ruta pasa por reforzar la desalinización, incrementar la regeneración de agua y optimizar el aprovechamiento del río Besòs. En paralelo, se están llevando a cabo actuaciones inmediatas para los próximos meses, entre ellas la ampliación de la potabilizadora Besòs-Trinitat, la modernización de la planta de l’Estrella, la puesta en marcha de la Estación de Regeneración de Sant Feliu de Llobregat y la perforación de pozos destinados a mejorar la gestión del acuífero Fluvià Muga en Girona.El arranque del otoño trae consigo una fotografía radicalmente distinta a la que se vivió el año pasado en Catalunya. Los embalses de las cuencas internas alcanzan actualmente el 74% de su capacidad, un total de 503 hectómetros cúbicos almacenados, frente a los 200 que se registraban hace exactamente un año. La diferencia es sustancial si se compara con el 29,5% de 2024, cuando la situación se acercaba a los umbrales más críticos de la última década.
La importancia de las lluvias y de la desalinización
La evolución de este verano explica buena parte de este cambio de tendencia. Aunque las reservas descendieron ligeramente debido a un consumo más elevado, a la campaña de riego y a la evaporación típica de los meses más cálidos, las precipitaciones registradas en distintos puntos del territorio evitaron una caída más pronunciada. Desde la Agència Catalana de l’Aigua subrayan que las lluvias han permitido “estabilizar volúmenes, realizar una campaña de riego eficiente e incrementar la aportación de las desalinizadoras, que han seguido produciendo a un régimen alto”. En cifras, la bajada durante el verano fue de apenas seis puntos porcentuales y de 55 hectómetros cúbicos, un retroceso mucho menor al habitual en esta época.
Radiografía de los principales pantanos
Los registros actuales confirman una recuperación desigual, pero en casi todos los casos espectacular. El embalse de Darnius-Boadella se sitúa en el 58,9%, cuando el año pasado apenas llegaba al 17. Sau alcanza el 61,1%, frente al 19% de 2024. Susqueda roza el 80,3% tras duplicar el nivel del año anterior, mientras La Baells logra un 93,6%, más del doble que hace doce meses. La Llosa del Cavall, por su parte, escala hasta el 88%, cuando en septiembre pasado no superaba el 24. Otros ejemplos ilustran la magnitud del cambio: Sant Ponç se encuentra en el 87,5% frente al 31% anterior; Foix pasa del 64 al 79,2%; Siurana sube del 0,9 al 14,6% y Riudecanyes mejora del 1,7 al 37%. En este contexto, destacan los incrementos de la Llosa del Cavall, con 64 puntos más, Sant Ponç, con más de 56, y La Baells, que suma más de 52.
Llamamiento a la responsabilidad ciudadana
A pesar del alivio que representan estas cifras, las autoridades se muestran prudentes. Desde la ACA advierten que la tendencia positiva observada tras las lluvias se ha moderado y “ahora se ha estabilizado”. Por ello, insisten en que la ciudadanía debe mantener hábitos de ahorro y recuerdan que “es fundamental seguir haciendo un uso responsable del agua y ahorrando al máximo”. El mensaje es claro: los buenos datos no deben traducirse en una relajación de las medidas de ahorro.
Planes de futuro para garantizar el suministro
El Govern, consciente de que la sequía sigue siendo un desafío estructural, trabaja en una estrategia a largo plazo que pretende aumentar en 280 hectómetros cúbicos los recursos disponibles de aquí a 2030. La hoja de ruta pasa por reforzar la desalinización, incrementar la regeneración de agua y optimizar el aprovechamiento del río Besòs. En paralelo, se están llevando a cabo actuaciones inmediatas para los próximos meses, entre ellas la ampliación de la potabilizadora Besòs-Trinitat, la modernización de la planta de l’Estrella, la puesta en marcha de la Estación de Regeneración de Sant Feliu de Llobregat y la perforación de pozos destinados a mejorar la gestión del acuífero Fluvià Muga en Girona.
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